«Los músicos no somos ruido», exclamaba Carles Vergès, músico y programador, ante el variado público que ayer por la mañana se concentraba en la Rambla Nova. Se refería a la campaña que acaban de iniciar la Associació de Músics Professionals AMUPRO y la Associació de Músics de Tarragona, AMT, para pedir al ayuntamiento una normativa clara para la música en la ciudad.
Una batucada sirvió de sonoro reclamo para atraer a los transeúntes. Alguno incluso pidió una camiseta de la campaña con el lema «Tarragona Loves Music». Una señora mayor exclamaba, a la par que se enfundaba la prenda sobre el vestido, que «Tarragona ya es bastante aburrida como para que nos quiten la música». Ahora las asociaciones invitan a quienes toquen durante Sant Magí a que luzcan las mismas camisetas y coloquen pancartas durante sus actuaciones en apoyo a la campaña, que está sustentada por unos 200 músicos.
La gran dificultad con la que se encuentran, explican, es que el otorgar o no permisos para actuaciones en espacios públicos depende de una ley catalana muy amplia e interpretable, pero quien se encarga de concederlos es el Ayuntamiento de Tarragona y no hay unas normas claras. «Dependemos siempre de su discrecionalidad», dicen.
Una muestra es lo que ha sucedido este año con los chiringuitos de playa, a los que se les prohibió, por decreto, organizar actuaciones musicales. El asunto ha levantado polémica y la promesa de revisar la situación, pero, de momento, explica el dueño de un establecimiento, él no ha recibido respuesta del consistorio a los recursos que presentó cuando le negaron los permisos para este verano.
Reclama Vergès que el ayuntamiento suele responder con negativas o con el silencio administrativo y artistas y empresarios no saben a qué atenerse. Recuerda que Tarragona es una ciudad turística y consideran que su atractivo no puede limitarse sólo a su patrimonio histórico.
Descanso vecinal
Los promotores de la campaña consideran que de seguirse con el sistema actual se correría el riesgo de que «sólo se permitan los eventos organizados bajo el logotipo del ayuntamiento», algo que, a su juicio, va contra la libertad de creación.
Los músicos piden también que se realice, por fin, el mapa acústico de la ciudad para garantizar el derecho al descanso de los ciudadanos. «Nosotros también somos vecinos», explicaban.
A la presentación de la campaña acudieron a dar su apoyo los concejales Rubén Viñuales (Ciutadans) y Jordi Martí (CUP), y los organizadores señalan que ya han tenido contacto con otros grupos políticos.
