Catorce jóvenes empezarán a formar parte del proyecto InWork-Inserlab de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona a partir de febrero del 2024.
El programa formativo, que va dirigido a personas con necesidades especiales, les preparará y les dará las herramientas necesarias para poder acceder al mercado laboral. Además, buscará facilitarles la inserción laboral.
Se trata de una prueba piloto que ofrecerá hasta 150 horas de formación totalmente gratuita y que se desarrollará de febrero a junio.
«Todavía existen muchos prejuicios. Hay empresas que a día de hoy continúan teniendo miedo a la hora de contratar personal que forma parte de este colectivo. Precisamente por esto, queremos que esta iniciativa rompa estereotipos aún presentes, así como crear culturas más inclusivas en las empresas», comenta Teresa Torres, la coordinadora del curso.
Las clases estarán pensadas para que los jóvenes obtengan competencias digitales y las herramientas necesarias para trabajar.
Habrá una materia donde los docentes proporcionaran a los alumnos formación sobre aplicaciones móviles porque en un futuro próximo puedan aplicar los conocimientos aprendidos cuando les contrate una empresa.
Por si no fuera poco, InWork-Inserlab se ha marcado un reto: introducir la inteligencia artificial y que los participantes se familiaricen con ella.
Uno de los retos del curso que se inicia en febrero es introducir la inteligencia artificial
Como es habitual, el curso también contará con una parte práctica para que los jóvenes puedan aplicar todo lo que han aprendido en las clases más teóricas.
Esta consiste en realizar un proyecto en colaboración con alguna empresa del territorio. El convenio se llevará a cabo a través del programa d’Aprenentatge Servei y solo así, podrán hacerse con el título del curso.
Un proyecto similar
Que la Universitat Rovira i Virgili lleve a cabo cursos de estas características no es ninguna novedad. De hecho, hace cinco años que la Fundació URV impulsó un proyecto similar: el Inserlab.
Este recibió el segundo premio de los SMILE Awards on Diversity 2023. Algo que sin duda supone una motivación extra para llevar a cabo más proyectos que persigan estos objetivos.
«Nuestro colectivo es el más desfavorecido. Es un orgullo poder recibir un premio como este. Creemos que es una buena manera de visibilizar toda la tarea que ya hace años que estamos desarrollando y estamos seguras de que habrá personas que tendrán ganas de colaborar con nosotras», asegura Torres.
Más allá de coincidir en el nombre, es cierto que los dos proyectos parten del mismo problema: los jóvenes que padecen alguna discapacidad tienen más dificultades para encontrar faena, ya que a menudo son un colectivo infravalorado y vulnerable. Ahora, pero se quiere dar un paso más y llegar a más gente. Es por eso que este curso, además de estar pensado para personas con discapacidad intelectual, también pueden participar personas con trastorno de desarrollo y trastorno de l’espectro autista. Cabe remarcar que este curso ha sido posible gracias a una subvención de los Fondos Sociales Europeos y que este colabora con tras universidades de Italia y de Finlandia.