Los extranjeros compran más pisos que nunca en Tarragona

Aram Manukyan es un ciudadano lituano que llegó a Salou por primera vez en el año 2014: «Me enamoré», confiesa. En 2022, decidió comprarse un apartamento para utilizarlo como segunda residencia.

Una decisión motivada, por una parte, por su idilio con el territorio y, por otra, por el temor a causa del hecho de que el conflicto actual en el este de Europa se extienda. En esta línea, decidió abandonar su país para trasladarse hacia el sur del viejo continente.

Dovile Mincaite, que es responsable del departamento de ventas y alquileres de la inmobiliaria Fincas Europa, afirma que «hay rumores y amenazas por parte de Putin, y eso lleva a muchos a alejarse». «La zona de Alicante está llena de lituanos y, como se quedan cortos, van desplazándose, en base a recomendaciones, hacia puntos cercanos a Barcelona», añade.

Otro caso es el de Renaldas Deringis, también de Lituania y que también vive en Salou. En la línea de Aram, la guerra fue uno de los motivos que le llevó a trasladarse a la zona junto a su familia. Llevan ya siete meses aquí y afirman que se sienten muy cómodos con el ambiente.

Estadísticas nunca antes vistas

La compraventa por parte de extranjeros en Tarragona y en toda España no hace más que subir en los dos últimos años. Concretamente, durante 2023, el 14,9% de todas las transacciones realizadas en territorio español corrieron a cuenta de foráneos.

De 583.042 que se llevaron a cabo, unas 86.870 las gestionaron ciudadanos extranjeros, el máximo en toda la serie histórica de datos que aporta el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles. En la demarcación, su porcentaje de protagonismo asciende hasta el 16%: alrededor de 2.340 compraventas de las 14.642 que se produjeron en toda Tarragona.

Pese a que las transacciones totales han disminuido, ya que en 2022 fueron 15.780, aquellas efectuadas por extranjeros han superado las 2.321 del curso anterior y han marcado un nuevo récord histórico tanto en porcentaje como en valor absoluto. En palabras de Manuel Sosa, abogado, experto inmibiliario y administrador de fincas, «el incremento es palpable durante los últimos tiempos».

Principalmente, el público que busca adquirir una vivienda en la demarcación de Tarragona es francés, rumano y marroquí. No obstante, la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania ya provocó que hubiera muchos ciudadanos ucranianos que optaran por la compra.

Los rusos, históricamente muy activos en la demarcación en la adquisición de casas de lujo en la zona de costa, han visto reducido su protagonismo por las penalizaciones derivadas del conflicto bélico.

Tal y como indica Sergey Pavlov, asesor inmobiliario en la costa tarraconense, «es el público chino el que está aumentando su presencia durante los últimos años».

De hecho, a nivel catalán, ya se sitúa como el tercer comprador más presente con un 6%, por delante del marroquí (5,9%), el ruso (4,6%) y el rumano (4,4%), y por detrás del italiano (6,6%) y el francés (17,1%). Por otro lado, y aunque tiene un peso notablemente inferior, el andorrano también es un mercado activo.

La costa tarraconense es muy potente en lo que se refiere a compra de casas y pisos por parte foráneos. De hecho, es el noveno territorio de todo el país donde más protagonismo tiene esta dinámica. Tan solo la superan las provincias de Almería (19,9%), Las Palmas (22%), Murcia (23,8%), Girona (29,8%), Illes Balears (31,5%), Málaga (33,7%), Santa Cruz de Tenerife (35,7%) y Alicante (43,9%).

Históricamente, la lista siempre ha barajado estos nombres, cosa que coincide con el hecho de que todas son demarcaciones del ámbito costero y con el turismo como motor económico.

En Tarragona, desde 2012, el primer año con estadísticas, los extranjeros compran cada año más viviendas que el anterior, a excepción del 2020, que obviamente supuso un varapalo por la crisis derivada de la pandemia, las restricciones de movilidad y, en consecuencia, la imposibilidad de trasladarse a segundas residencias durante la temporada estival.