Restauradores y hoteleros de TGN esperan una Semana Santa «mejor que la de 2019»

La afluencia de turistas ya fue muy buena desde el pasado fin de semana y estos días se prevé plena ocupación. Destaca la presencia de franceses, que no es tan habitual en estas fechas

13 abril 2022 18:00 | Actualizado a 14 abril 2022 05:01
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El tiempo no acaba de acompañar, pero la previsión meteorológica hasta el lunes ya no marca lluvia, por lo que todos los pronósticos apuntan a una Semana Santa de récord, dejando atrás estos dos últimos años marcados por la pandemia. El sector ha recuperado el optimismo. «Si tenemos en cuenta el conjunto, será mejor que la de 2019, ya que estamos en un año un poco excepcional», firma Xavier Jornet, presidente de la Associació Hotelera de Tarragona.

En los últimos días ya se ha notado la importante afluencia de visitantes, que tradicionalmente empezaba a partir del jueves hasta el domingo. «El viernes y sábado siempre se llenaba y el jueves estábamos en una ocupación sobre el 80 ó 90%. Este año también llenaremos», argumenta Jornet. En cuanto a los días previos, es decir de lunes a miércoles, la ocupación se situaba en un 30%, cifra que este año ha alcanzado incluso el 70%. Y esta buena racha ya empezó el pasado fin de semana, que coincidió con la celebración del festival HaBaWaBa de waterpolo, con más de 420 niños alojados en el Complex Educatiu, mientras que muchos de los familiares se hospedaron en los hoteles de la ciudad.

Con todo, Jornet asegura que «históricamente no había pasado nunca un inicio tan potente. Normalmente eran tres o cuatro días muy buenos, pero este año ya empezó a notarse a partir del pasado fin de semana». Hay ganas de salir. Es la primera Semana Santa después de dos años sin restricciones, dentro de unos días la mascarilla también se eliminará en los interiores y el pasado 1 de septiembre prácticamente desaparecían los últimos peajes de las autopistas tarraconenses, un factor que también hay que tener en cuenta. Aunque a este escenario favorable hay que sumarle otro elemento y es que estos días ha empezado a verse una importante afluencia de turistas internacionales. El mercado de proximidad es el que domina. Pese a ello, este es un factor para el optimismo, principalmente de cara al verano. El turismo francés representa aproximadamente un 10% de la ocupación hotelera actual, aunque también destaca la presencia de alemanes y británicos.

Los campings también están registrando una buena afluencia, con una ocupación del 90% en el caso de los bungalows y del 75% en parcelas. Una situación que hace que algunos negocios ya hayan reforzado sus plantillas para estos días y que muchos de estos trabajadores ya seguirán hasta finales de verano. «Aquí es distinto que en Salou, donde pasas de estar cerrado a lleno de un día para otro. En Tarragona trabajamos todo el año, pero durante el año pasado, a causa de la incertidumbre hubo gente que no acabó de contratar y ahora la percepción es que el verano irá bien y, por tanto, te aseguras que tienes gente», añade Jornet.

En algunos de los principales monumentos como la Capçalera del Circ ya han podido verse colas de gente esperando para entrar y la restauración comparte este optimismo. «Mucha gente ya está ubicada y aunque hoy –ayer para el lector– el tiempo no acompaña la gente no va a la playa y qué hace, comprar y comer», afirma Gerard Pardo Bermusell, del restaurante L’Àncora, del Serrallo.

La restauración lo ha pasado muy mal durante estos años de pandemia. Este ha sido uno de los sectores que ha tenido que adaptarse a los cambios constantes en los protocolos y que ha visto como en cuanto se levantaban las limitaciones tampoco podía beneficiarse, ya que tenía el aforo restringido. Todo esto ha quedado atrás. «La Semana Santa siempre marca la pauta de cara a la temporada de verano, si esta es buena, también lo será después», añade Pardo Bermusell. Lo que algunos de estos negocios no se esperaban es que en estos días previos ya llenarían, con unas sensaciones «similares a las de 2019».

La restauración ha trabajado intensamente en estos meses. Primero fue el Somriu a la Crisis, después las Jornades Gastronòmiques de l’Arròs Mariner y ahora la Semana Santa. «Hemos sufrido mucho, pero ahora muchos estamos reforzando plantillas y el problema es que cuesta encontrar personal calificado que sepa cómo se prepara un café», defiende este serrallense. La nota negativa es que el tiempo lleva unas cuantas semanas que no da tregua y para los negocios que dependen de la terraza es un inconveniente. «Tarragona tiene una Semana Santa muy bonita y siempre es una época en la que trabajamos mucho, pero este clima no es habitual en una ciudad Mediterránea como la nuestra y esto es perjudicial», afirma Javier Escribano, presidente de la Associació d’Empresaris d’Hosteleria de Tarragona Ciutat.

El sector se prepara por un año que se presenta muy bueno, aunque no puede obviar la incertidumbre que genera la subida de precios y si las familias podrán aguantarlo mucho tiempo o deberán ajustarse de nuevo el cinturón. Las turbulencias no se han acabado, no obstante, los nubarrones de momento se han despejado.

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