Tarraco Viva revive a vecinos de la ciudad romana de hace dos mil años

Media tarde, la volta de Sant Hermenegild del Circ Romà está a punto de convertirse en un túnel del tiempo hacia el pasado de hace más de dos mil años. El público aparece puntual y se sienta en las sillas dispuestas a cada lado, preparados para una de las novedades de esta vigesimoquinta edición de Tarraco Viva, el festival romano por excelencia. Les recibe una liberta romana cargada con un libro.

«¿A qué han venido hoy al Circo, a ver cursas?», la pregunta parece de respuesta obvia, pero en la Tarraco del siglo II después de Cristo vete tú a saber. Merche Tubilla, encarnada en liberta romana, atrae la atención del público y aprovecha para situarlos y explicar algunas curiosidades de la gran construcción romana. Corre el invierno del año 122 y el emperador Adriano se acerca a la ciudad: «¡Qué suerte la nuestra!», sigue la liberta, «parece que el emperador Adriano tiene que hablar con los notables de la ciudad, y quiere dinero y soldados».

Así empieza una de las novedades del festival Tarraco Viva de este año, ‘Gent de Tàrraco’, con la que se quiere acercar el público actual, el moderno, a la realidad del pasado romano de la ciudad. El conocimiento que se tiene hoy en día de los habitantes que poblaban Tarraco, gracias al legado epigráfico que conservamos, es el punto de partida de esta nueva propuesta que permite conocer hasta los nombres, apellidos y profesión de los anteriores vecinos de la ciudad. Esto se combina con otra de las apuestas de este año: la aparición de unas lonas de grandes dimensiones con imágenes de Tarraco creadas digitalmente y siguiendo los conocimientos científicos. Esta vez se usan dos lonas, una a cada lado, con unas ilustraciones aéreas del Circo y de la ciudad romana.

El espectáculo continúa bajo la Volta del Circ, dónde aparecen más personajes. Merche Tubilla, la liberta, va presentando lo que algún día fueron vecinos que pasearon por las calles de Tarraco: un comerciante, un esclavo, un liberto... «La mitad de la población era esclava, y a veces se piensa que la esperanza de vida de los romanos era muy baja, pues no», explica ella, en lo que se presenta Lucius Avinus Hipolitus, de 97 años. Aprovechando la presencia en el circo, hasta dos aurigas se dejan caer, de los que tenemos constancia gracias a sus victorias en la arena de uno de ellos quedaron apuntadas en una inscripción funeraria para la eternidad.

Es aquí cuándo el público también participa activamente de la charla y del festival. Tubilla reclama dos voluntarios del público que, con la ayuda de las esclavas, se visten con unas largas túnicas. Ahora son el pater y la mater familias de una familia media de Tarraco. Si el objetivo es que el público se sienta como en medio de la ciudad romana, objetivo conseguido.

«Todos ellos son personas reales que vivieron o visitaron Tarraco, y las conocemos gracias a las inscripciones funerarias; aquí hemos encontrado más de 2.500», explica Merche Tubilla al final. Ya después del espectáculo, una reconvertida y moderna Merche Tubilla, del grupo de reconstrucción Thaleia, apunta a un modo original de divulgar el patrimonio: «Me gusta hacer cosas diferentes, que el público se integre y demostrando que los romanos eran gente como tú y como yo».

‘Gent de Tàrraco’ es la propuesta que protagonizan Thaleia, Nemesis y Projecte Phoenix en el Circ, el Fòrum de la Colònia y la Antiga Audiència respectivamente y que se repetirá a lo largo del festival, con las entradas ya casi agotadas.