Tarragona activa dos millones para acabar el Palau y reforzar el eje deportivo de Campclar

Operación Anillo Mediterráneo. El Ayuntamiento de Tarragona tiene previsto movilizar más de dos millones de euros durante la primera parte del mandato municipal para culminar el Palau d’Esports y reforzar, asimismo, varias instalaciones y servicios del complejo deportivo de Campclar. Este nuevo eje ciudadano de Ponent, que a diario alberga a más de dos mil deportistas de 36 entidades, fue el gran protagonista del último mandato de Josep Fèlix Ballesteros (PSC) en la alcaldía, concentrando un montante inversor de 37 millones de euros entre Ayuntamiento, Diputació, Generalitat y Estado para ponerse al día y ser el epicentro de los Juegos de 2018.

Ahora, un lustro después del evento internacional y ya con todas las instalaciones en funcionamiento, el nuevo gobierno de Rubén Viñuales (PSC) se ha marcado el objetivo de potenciar un emplazamiento que, según el concejal de Esports –Berni Álvarez (PSC)–, debe convertirse en un «motor económico de la ciudad». Para ello, la ruta hasta 2025 está clara: acabar el Palau d’Esports, dignificar el campo de rugby, enriquecer la piscina olímpica Sylvia Fontana y reformar el velódromo, además de habilitar un chiringuito junto al parque.

Nuevo parqué en octubre

La gran apuesta de estos dos próximos años será el Palau d’Esports, un pabellón por el que la Generalitat llevó a cabo una inversión de 18,4 millones de euros y que desde hace un año ya gestiona el consistorio. En los próximos meses la reserva presupuestaria en este equipamiento será de casi un millón de euros. Por un parte, está previsto que, en octubre, pueda colocarse el nuevo parqué que cubrirá toda la superficie de juego, ya que en la actualidad el suelo está dividido entre parqué, PVC y moqueta. El pasado 1 de junio se sacó a licitación la compra, con un presupuesto de 315.000 euros. A día de hoy ya se están evaluando las ofertas recibidas, de forma que en pocas semanas el cambio ya será una realidad. «Esto permitirá a los clubes poder ganar en la calidad de sus entrenamientos. Será un salto adelante», afirma Berni Álvarez.

Asimismo, en el mismo Palau el gran objetivo es completar la colocación de graderías fijas para que el emplazamiento pueda llegar de manera estable a los 5.000 espectadores de capacidad, ya que ahora su aforo es de 2.500. Esta acción costará unos 600.000 euros, que se activarán después de verano mediante un modificativo de crédito que deberá pasar por el Saló de Plens. «Su instalación es una promesa electoral que queremos cumplir cuanto antes. Además, será un punto de inflexión para poder organizar eventos de alto nivel, ya que ahora debemos alquilar graderías cada vez que hay un campeonato, como en la Lliga Catalana ACB del año pasado», afirma el concejal.

Acelerón en el rugby

Otro de los puntos que contará con un importante impulso será el campo de rugby. Esta semana han salido a licitación las obras para impulsar este estadio, después de que el pasado mes de mayo se detectaran problemas para poder llevar a cabo estas obras, que se estipulan en unos 500.000 euros ya consignados en las cuentas de la Plaça de la Font.

Durante los últimos meses se ha redefinido un proyecto que debe habilitar esta instalación con césped artificial –ahora es natural– para que pueda ser homologado para acoger competiciones de División de Honor A y selecciones territoriales en una superficie total de 7.920 metros cuadrados y un terreno de juego de 106x65 metros. Las empresas interesadas en presentar ofertas tienen de plazo hasta el próximo 5 de septiembre para presentar ofertas. Una vez se formalice el contrato, el plazo de las actuaciones se estipula en 12 semanas, por lo que esta intervención podría estar lista a principios de 2024.

Paralelamente, el Ayuntamiento de Tarragona ya ha recibido tres ofertas para renovar el pavimento del velódromo. En esta espacio se contempla destinar un volumen de 48.000 euros para poner al día la superficie por la que transitan las bicicletas.

Apuesta por la Sylvia Fontana

Además del casi el millón de euros que irá para el Palau, y del otro medio para el campo de rugby, el consistorio ya ha formalizado la petición, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), para aspirar a una ayuda de 600.000 euros de los fondos europeos Next Generation. Más de 300.000 euros serían para adquirir la manta térmica para climatizar la piscina olímpica Sylvia Fontana, y casi la otra mitad para los vestuarios y las gradas móviles del campo de rugby. «Tenemos mucha confianza en que los conseguiremos, y una vez los ganemos podremos hablar de plazos. En todo caso, las obras deberán estar listas antes de acabar 2025», afirma Álvarez. La apuesta por la piscina de 50 metros «supondrá un importante ahorro energético», detalla el concejal del gobierno socialista, quien destaca que la implantación de los vestuarios y de las graderías del rugby «incrementarán aún más la sensación de ciudad deportiva».

Un punto de restauración

Finalmente, y teniendo en cuenta los más de dos mil deportistas al día que hay en las instalaciones de Ponent, Álvarez anuncia que los técnicos municipales están redactando un proyecto para que el Anillo «cuente con un chiringuito con cocina para que los familiares de los deportistas, los atletas o los espectadores de las competiciones puedan tomar algo» junto al parque. Para ello, se ha tomado como base el proyecto que se realizó hace años, ampliando su superficie de los 25 metros cuadrados previstos a casi cien.