Tarragona no quiere dinero apalancado

Tarragona no quiere tener ni un euro «dormido». Las debilitadas arcas municipales, muy tocadas en su gasto corriente y con un agujero de 14 millones de euros para 2024, provocan que el gobierno municipal impulse un plan de acción para lograr la «mayor eficiencia de los recursos», según reconoce la concejal de Hisenda, Isabel Mascaró (PSC). ¿La traducción? Activar dinero apalancado.

Varios fueron los puntos en los que el gabinete de la Plaça de la Font ha actuado este viernes, con el apoyo de varios grupos de la oposición, para sacar el máximo rendimiento al dinero disponible a corto plazo, ya que no debe olvidarse de que, a partir del próximo año, el superávit se deberá destinar al pago de la deuda y no a las cosas del día a día.

Turisme devuelve dinero

La primera acción fue un modificativo de crédito de 603.106 euros, que se dan de baja de varias partidas que ahora no están activas para destinarlas a cuestiones urgentes. «No podemos tener dinero distraído, destinaremos los recursos a aquello que temporalmente viene antes», detalla Mascaró. Por ello, se dan de baja 487.571 euros de iniciativas que aún no han arrancado –como los proyectos de Horts Urbans, Jardineria Golden Park, Pla Illa Corsini y la reforma de la Rambla Nova– para usarlos desde ya en la EMT, la Escola El Serrallo, el camino de ronda o la iluminación de Navidad. Asimismo, 120.000 euros irán para el arreglo de la escaleras de acceso al Pretori Romà desde la Plaça del Rei, en unas actuaciones que finalizarán en 2024.

Paralelamente, el Patronat Municipal de Turisme también desvía más de 200.000 euros que no puede usar para otras acciones. De estos, 115.000 se utilizarán para financiar campañas de comercio, la actividad de Magatzem Reial, el Parc Infantil de Nadal o la adquisición de las luces. «Tenemos un remanente que será imposible que podamos usar en lo que resta de año, no podemos cerrar 2023 con este dinero, por esto lo devolvemos al Ayuntamiento», indica la edil de Turisme, Montse Adan (PSC).

Sobre ello, Maria Roig (ERC) critica que en consistorio haya prescindido del gerente del patronato, Víctor Franquet, mientras que Maria Mercè Martorell (PP) lamenta que el dinero «no se haya quedado en el área de turismo» para «dinamizar y hacer difusión». Sobre todo ello, Adan denuncia que «cuando entramos, vimos que no se había hecho ninguna gestión en el Tarragona Convention Bureau».

Préstamo menos caro

Otra de las iniciativas que avala el pleno fue la refinanciación de un crédito ICO a interés variable del que faltan por pagar 11,9 millones. La idea ahora es refinanciar el crédito a un coste menor porque el Banco Central Europeo ha disparado el precio del dinero durante el último año.

Finalmente, y a petición de ECP, el Saló de Plens ha aprobado también otra vía para intentar ingresar más: solicitar a la Generalitat el cobro del 100% de la tasa turística, un hecho que en la actualidad es el 50%. Pese a ello, Jordi Fortuny (ERC) –que es director territorial de Treball del Govern– matiza que «el 50% de lo que ingresa la Generalitat va a una bolsa común para subvenciones. Y en Tarragona hemos recibido 3,5 millones en ayudas». Números y exigencias, pues, para todos los gustos para intentar hacer magia: cuadrar las finanzas de la Plaça de la Font.