Tarragona toma nuevas medidas para rebajar la velocidad de los coches

El Ayuntamiento de Tarragona llevará a cabo una nueva fase de instalación de elementos de pacificación del tránsito, con el objetivo de que los coches se vean obligados a reducir su velocidad. La totalidad de estos se colocarán en las entradas a los barrios o en zonas especialmente concurridas para los viandantes, incrementando la seguridad para los peatones.

Esta nueva hornada se pondrá en marcha a partir de la semana que viene y en total afecta a la instalación de ocho nuevos puntos. «La medida persigue un doble objetivo, por un lado que los coches corran menos y, por el otro, hay una cuestión medioambiental, ya que si hay una reducción de la velocidad también contaminan menos», indica la concejal de Mobilitat del Ayuntamiento de Tarragona, Sonia Orts.

Los nuevos reductores serán en forma de bandas reductoras y cojines berlineses, que en una fase más inmediata se colocarán íntegramente en el acceso a Buenos Aires y la zona de Bonavista, además de un punto en el ámbito de Sant Pere i Sant Pau.

Este último se colocará en la zona de la rotonda que da acceso al CAP, una calle con un doble sentido de circulación donde la velocidad de los coches constituye un problema. «Más de una vez he tenido un susto, porque esto está lleno de pasos de peatones, pero los coches no siempre se paran porque van muy rápidos», asegura Pilar Bueno.

Un punto de vista similar mantiene Yoli Fernández, vecina de la calle Vint-i-dos de Bonavista. «Hay coches que van como locos y no tienen en cuenta que esto por las mañanas y al mediodía está lleno de niños que van a la escuela», dice.

Las calles Vint-i-set y Vint-i-vuit, que dan acceso al barrio de Buenos Aires, son otros de los puntos. «Son calles todas ellas en las que los coches entran muy fuertes», añade Orts. Esta argumenta que la actuación llega en respuesta a una «demanda vecinal». «Son peticiones que nos han transmitido los concejales de barrio, a partir de las reuniones con los vecinos», argumenta.

Un centenar de puntos negros

Esta primera intervención irá acompañada de una segunda fase, que en este caso también llegará a la Avinguda Sant Salvador, de Sant Ramón. Otro de los reductores se instalará el tramo entre los números 11 y 13 de esta misma avenida; además de la carretera del Pont d’Armentera, antes de la calle Blanca d’Anjou; y la calle Vint-i-dos de Bonavista, entre las calles Dotze y Tretze.

En este caso se utilizarán lomos de asno y la intervención forma parte de un contrato pendiente de adjudicación. Al respecto, la edil de Mobilitat explica que el Ayuntamiento ya ha aprobado un modificativo de crédito, en el que se incluía una partida de 10.000 euros para seguir adelante con esta medida.

Estas dos fases forman parte de un plan de intervención mucho más extenso que incluye un proyecto por valor de 400.000 euros. Al respecto, el Ayuntamiento de Tarragona se ha presentado a una convocatoria para una subvención de 300.000 euros, por parte de la Generalitat de Catalunya.

La cantidad solicitada representa el 75% de la inversión total prevista dentro de un proyecto que en total incluye la mejora de la seguridad de un centenar de puntos. «Por nuestra parte ya tenemos la partida preparada, a la espera de la resolución», indica la edil municipal. Esta podría conocerse a lo largo del primer trimestre del año que viene.

Cero víctimas

Aproximadamente un 40% de los puntos ya están señalizados, sin embargo, los materiales son viejos o se han roto. En cuanto al 60% restante son nuevos. «Son puntos negros en los que se han producido atropellos o que sabemos que los coches van muy rápido, ya sea a través de los estudios de movilidad o a través de la colaboración con la Guàrdia Urbana», describe Orts.

Hace unos días la Asociación de Ingenieros de Tráfico y Técnicos de Movilidad celebraba en Madrid los premios Visión Zero Municipal, en los que distinguieron las ciudades de más de 100.000 habitantes que no han registrado ni una sola víctima mortal por siniestros viales.

Entre los 17 municipios recogidos en 2022 estaba la ciudad de Tarragona. Medidas como la limitación de velocidad a 30 km/h han sido clave. En paralelo, el Gobierno apuesta por una colaboración con la Guàrdia Urbana para seguir mejorando en este aspecto. Y es que, según afirma Orts, «la seguridad, junto con la lucha contra el incivismo, es lo primero».