Un delirante y absurdo fin del mundo a la inglesa

‘Buenos presagios’. La serie de Amazon Prime Video es una maravillosa adaptación de la novela homónima de Terry Pratchett y Neil Gaiman

07 junio 2019 16:57 | Actualizado a 07 junio 2019 17:47
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Que el mundo se está yendo al garete es algo palpable. Las guerras por doquier, la destrucción de la naturaleza o el caos económico en el que vivimos nos lleva a pensar que nuestra forma de vida tiene fecha de caducidad. Y parece ser que esto es así, el armagedón es inevitable. Aunque hay gente que todavía cree que el mundo se puede salvar y que no todo se soluciona con una opción tan drástica como la destrucción total y absoluta de nuestro planeta.

Esto es lo que nos plantea la nueva serie de Prime Video Buenos presagios (Good omens), una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por el desaparecido Terry Pratchett y Neil Gaiman y publicada en 1990. Gaiman es el guionista de los seis capítulos que conforman esta miniserie y a su vez es el showrunner de la misma, con lo que se garantiza que el libro ha sido fielmente adaptado y se han cumplido las directrices de su creador.

Neil Gaiman es coautor del libro original y a la vez guionista y showrunner de la serie

¿De qué va ‘Buenos presagios’?
El ángel Aziraphale (Michael Sheen) y el demonio  Crowley (David Tennant) viven plácidamente entre nosotros. Este par de dos llevan siglos viviendo en la Tierra haciendo de las suyas y le han cogido el gusto a esto de convivir entre humanos por lo que de ninguna manera quieren renunciar a su estilo de vida.

Cuando ya se antoja inevitable la llegada del sábado en el que se marca el fin deciden aliarse y sabotear, como sea, que finalmente Dios y Satán consigan su propósito de acabar la vida en la Tierra. ¡Con lo a gusto que están ellos aquí!

Una vez tomada la determinación de salvar al mundo de su fatídico desenlace, Aziraphale y Crowley comienzan a buscar al Anticristo, pieza clave para la destrucción del mundo. El Anticristo tiene ahora 11 años y cuando creen haberlo encontrado y que van a conseguir su propósito se dan cuentan de que Crowley cometió un ‘pequeño’ fallo a la hora de traer al bebé de la Bestia a la Tierra. Tras una serie de equívocos en la noche de su llegada a este mundo, el bebé fue a parar a la familia equivocada y no saben dónde está. Cuando finalmente averiguan dónde se encuentra el niño, las cosas se les van a ir complicando por momentos.

Aziraphale debe enfrentarse con sus superiores en el Cielo para convencerlos de que está siguiendo las órdenes recibidas y por su parte el demonio Crowley también tiene que dar explicaciones a sus superiores en el inframundo ya que al igual que Aziraphale ignora las órdenes y va por libre.

Aziraphale y Crowley se convierten en inseparables y ponen su amistad por encima de todo. Su común deseo de salvar al mundo se convierte en su máximo objetivo. Habrá que ver si lo consiguen.

Interpretaciones de dulce
Michael Sheen y David Tennant brillan con sus actuaciones de ángel y demonio respectivamente. La química existente entre ambos actores consigue que toda la historia adquiera un tinte cómico surrealista que me encanta. Sus diálogos agudos e irreverentes son para enmarcar. Aquí se nota la mano de Neil Gaiman. ¿Quién mejor que él para guionizar su libro?

Michael Sheen y David Tennant brillan con sus interpretaciones de ángel y demonio

La acción se desarrolla entre Londres y la campiña inglesa y el humor inglés brota por todos lados. La sátira con que explican momentos trascendentales para el devenir de la humanidad es maravillosa. La puesta es escena está acorde con el relato. Por momentos es delirante y tronchante, de un surrealismo tal que terminas pensando qué cabeza humana ha podido imaginar esto. Realmente Gaiman y Pratchett estuvieron muy inspirados cuando escribieron este libro.

A las interpretaciones de Sheen y Tennant hay que sumar, por ejemplo, la de Jon Hamm como el arcángel Gabriel, o la voz en off de Frances McDormand como Dios en la versión en inglés (sí, aquí Dios es mujer) con lo que son un aliciente más para verla. En definitiva, Buenos presagios es una comedia tal vez no para todos los públicos, pero sí altamente recomendable.

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