Agentes de la Unitat de Delinqüència Urbana (UDU) de la Guàrdia Urbana detuvieron a un hombre como presunto autor de un delito contra la salud pública.
Los guardias observaron que el sospechoso vendía drogas tanto a la puerta de su domicilio como delante de un colegio del centro de la ciudad, que está a unos 30 metros de su casa.
La intervención policial se inició a raíz de la quejas vecinales, que apuntaban a que en un domicilio de la calle Sant Antoni Maria Claret acudían muchos toxicómanos, que estaban poco tiempo en uno de los pisos.
El pasado viernes, los agentes montaron un dispositivo. Sobre las siete de la tarde, el sospechoso se dirigió a la Plaça Imperial Tàrraco, donde entregó una papelina de cocaína a un joven que le estaba esperando a cambio de 20 euros, según reconoció posteriormente el comprador.
Minutos después los agentes iban a detener al sospechoso y vieron que subía a su vehículo, siendo interceptado en el cruce con la calle Marquès de Montoliu. En su poder llevaba cuatro papelinas idénticas a la anterior.