Un plan de urgencia buscará reabrir el Amfiteatre por fases

A la espera de conocerse esta semana el informe sobre si deberán cerrarse las escaleras del Miracle, el Ayuntamiento ha definido una primera intervención que se iniciará este otoño

02 octubre 2019 07:50 | Actualizado a 02 octubre 2019 08:03
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El cierre del Amfiteatre es un duro golpe a la imagen de Tarragona como ciudad Patrimonio de la Humanidad. La necesidad de impulsar una actuación «de urgencia» que garantice su seguridad –según el informe elaborado por un grupo de expertos externos– ha obligado al Ayuntamiento a definir a contrarreloj un plan de choque para recuperar este espacio.

Según ha podido saber el Diari, va a hacerse por fases, para que el monumento pueda reabrir parcialmente, mientras acaba de definirse un proyecto de consolidación del conjunto. La primera intervención podría iniciarse de forma «inminente». Los responsables técnicos están redactando los pliegues para la licitación de los trabajos que quieren empezarse «a finales de este mismo mes de octubre, inicios de noviembre».

En esta primera fase va a intervenirse sobre la zona de la grada talladas en roca, la que queda frente a la línea de mar y es la más próxima a la zona de taquillas. Según indica el estudio de diagnosis, ésta «presenta problemas graves de estabilidad ya que hay el peligro de que se deslicen bloques sueltos de piedra hacia la arena». Lo que quiere hacerse es consolidar estos bloques, para evitar cualquier desprendimiento y que el Amfiteatre pueda reabrir «parcialmente» de cara a inicios del año que viene. Es una primera estimación que se hace, mientras se asegura que se trata de una actuación «relativamente sencilla». Pese a ello, el Consistorio afirma que «en ningún caso se forzará la reapertura hasta que la seguridad esté garantizada en un cien por cien».

Un primer informe

La consolidación de esta zona es una de las tres situaciones que el estudio técnico consideró prioritaria, lo que hizo que los responsables de la diagnosis ya hicieran un informe de actuaciones de urgencia en el mes de junio, en el que se detallaban las medidas cautelares a llevar a cabo. Coincidió con el relevo al frente de la concejalía y la administración local hizo caso omiso al documento. No fue hasta el pasado viernes cuando se tomó la decisión, diecisiete días más tarde de entregarse el documento definitivo.

De hecho, se desconoce aún si estos problemas estructurales tendrán consecuencias mayores. Es el caso del cierre de las escaleras del Miracle, que también podrían verse afectadas. Es una cuestión que están estudiando los arquitectos del Ayuntamiento, que ahora están elaborando un informe sobre la solidez del espacio, que se prevé que se conozca a finales de esta misma semana. La decisión afectaría a los niños de la Escola del Miracle, que son los que realizan mayoritariamente este recorrido.

La diagnosis técnica sobre el estado del Amfiteatre es contundente sobre la situación en la que se encuentra esta parte. Habla de «inestabilidad de los muros de contención de las escaleras del Miracle». Por ello, se hicieron diferentes análisis con y sin la carga de personas, para evaluar su estabilidad. En algunos casos se comprobó que el muro no es «seguro» y que puede «colapsarse». Por lo que en las conclusiones se apunta que «hay que hacer una actuación desde el interior del recinto o desde el exterior para reforzarlo, reconstruyendo los vacíos existentes y consolidando la obra existente».

El documento también alerta de que se ha detectado el «desplome de la jamba de la bóveda situada debajo de las escaleras del Miracle hacia el interior», por lo que concluye que «requiere de una actuación cautelar inmediata y una consolidación de los muros».

Seguridad de las personas

El informe no es optimista sobre el estado de salud de la construcción romana. Apunta que presenta «diversas situaciones» de degradación que «ponen en peligro la seguridad de las personas y la conservación del valor patrimonial del monumento». Es uno de los elementos que tuvo en consideración el Ayuntamiento cuando tomó la decisión de cerrar el espacio. Pese a ello, la decisión se tomó cuando hacía tan solo unos días –en concreto fue el día 17– se que había celebrado un acto organizado por el Port de Tarragona, con más de 600 representantes de la industria del papel.

Sobre la zona de gradas reconstruida en los años setenta, se habla de que tiene «grietas» y «desprendimientos», ya que los muros están apoyados sobre los materiales que se depositaron cuando se hizo la obra y en algunos casos ha habido alteraciones y movimientos. Para ello, se indica que hay que «consolidar» esta estructura y «evitar que entre agua al relleno, dotándolo de una red de desguace que evacúe el agua».

La corrosión de la losa del techo de los vomitorios es otro de los espacios en los que deberá actuar la administración. Así lo determina el informe que se ha elaborado en el que se apunta que los principales orígenes de las patologías detectadas son la erosión, la meteorización química –provocada por la proximidad del mar y que afecta sobre todo a los sillares romanos y medievales, a causa de la composición de la roca calcarenita– y el sistema de reconstrucción que se utilizó en la intervención que se llevó a cabo en los años setenta.

Un conjunto de elementos que deberán analizar en su conjunto los técnicos municipales y de la Generalitat que está previsto que se reúnan esta semana para planificar una actuación global.

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