Antonio Martínez, cuando cumplió 65 años, solicitó a los Mossos d’Esquadra seguir patrullando por las carreteras de Tarragona. El cuerpo le concedió tres meses –se jubiló el pasado día 1, en el turno de tarde–. Ayer, algunos de los intervinientes en la Festa de les Esquadres del Camp de Tarragona –entre ellos el propio conseller de Interior, Jordi Jané– lo pusieron como ejemplo de superación y de referente para el resto de miembros de la Policía Autonómica. Fue uno de los homenajeados durante la fiesta anual. Al recibir la placa, los presentes en el Palau de Congressos se pusieron en pie para aplaudirle.
Más de mil personas asistieron ayer a la fiesta de los Mossos, que comenzó con la intervención del inspector responsable de la comisaría del Tarragonès, Vicent Lleonart, quien dio paso a la interpretación de Pregària dels tres amors –de J.M. Álvarez–, en la voz del tenor Josep Maria Cardona, acompañado a la guitarra de Albert París –los dos mossos– y con la música de la Orquestra dels Amics de la Catedral bajo la dirección de Josep Enric Peris.
«Tarragona es de las ciudades más seguras del mundo», aseveró el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarragona, Alejandro Fernández. El concejal del Partido Popular alabó el trabajo de los Mossos y la que harán en el futuro con los Juegos del Mediterráneo, «porque creemos en vuestro trabajo», y afirmó: «Combatiremos cualquier visión tendenciosa contra los Mossos, garantes de la libertad».
La intervención del intendente responsable del Camp de Tarragona, Jaume Giné, tuvo una parte nostálgica, ya que hizo un repaso a las distintas sedes que han tenido los Mossos en Tarragona, desde la primera en 1984 en un piso de la Rambla Nova hasta la actual de Campclar. Recordó algunos «incidentes» de estos años, como la revuelta de senegaleses el pasado verano en Salou, las nevadas o los incendios forestales.
Y como no podía faltar en la Festa de les Esquadres, se entregaron más de 250 diplomas, la mayoría a agentes de los Mossos –algunos por sus actuaciones– y otros a personas externas o bien a representantes de otros cuerpos policiales, además de los participantes en las competiciones deportivas disputadas en los últimos días. También hubo diploma para el intendente Rafael Comas, quien tuvo que gestionar los incidentes después de la muerte de un senegalés el año pasado en Salou durante una operación policial.
El conseller Jordi Jané reconoció que la Regió Policial del Camp de Tarragona es compleja, con más de seis millones de visitantes. Recalcó la necesidad de «valorar la seguridad», «la tenemos que reivindicar», y más en estos momentos de amenaza terrorista. Al igual que el intendente Giné, recalcó el descenso de los hechos delictivos en el Camp de Tarragona, que en cuatro años han bajado un 14 por ciento –un ocho en el último año–. También destacó el bajón del 15,91 por ciento de los robos con fuerza, un tipo delictivo que en Catalunya ha subido un diez por ciento. Finalmente, reinvindicó la colaboración de los Mossos en la lucha antiterrorista. Sobre los hechos de Salou del año pasado dijo que «alguien pretendía colgar una mala imagen a los Mossos». Al final se oyó Els segadors con acompañamiento musical.