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Las porras, pronósticos, quinielas y vaticinios que durante las últimas semanas se habían hecho en Reus sobre la configuración del futuro consistorio quedaron destrozados ayer por unos resultados sorprendentes que, aunque situaron a CiU como la fuerza más votada y con más concejales (7), dejan a Carles Pellicer debilitado y con mucha dependencia de otros partidos para configurar gobierno. Es cierto que la candidatura del actual alcalde ganó, pero no hay que olvidar que por el camino se ha dejado tres concejales y más de 2.000 votos.
Aunque la noche electoral en Reus tuvo diversos protagonistas, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) hizo saltar la banca. Con más de 6.800 votos y seis concejales, la CUP se ha convertido en la segunda fuerza política del consistorio reusense y decisiva en la configuración del nuevo gobierno. Más nombres propios de la noche: Ciutadans. La entrada en el Ayuntamiento de Reus del partido que Albert Rivera ha puesto de moda, tanto en Catalunya como en el resto del Estado, era esperada aunque tal vez no con tanta fuerza como lo ha hecho: Juan Carlos Sánchez ha conseguido cuatro concejales e, incluso, más votos que el PSC.
Precisamente los socialistas, que han pasado de ocho a cuatro concejales, son uno de los grandes perdedores de la noche, cosechando los peores resultados de su historia en la capital del Baix Camp. Otro batacazo para el análisis es el del Partido Popular, que no ha logrado ni tan siquiera a alcanzar los cuatro concejales que habitualmente había tenido. Después de los resultados de hace cuatro años, que le dieron seis concejales y la posibilidad de estar en el gobierno junto a CiU, los populares se quedan con dos pírricos regidores.
Otro protagonista de la noche electoral en Reus fue Esquerra Republicana de Catalunya. El histórico partido independentista, a pesar de las batallas internas previas a las elecciones y del auge de la CUP, ha vuelto a entrar en el consistorio con un resultado más que digno de dos concejales. Además, los resultados oficiales del Ministerio del Interior reflejan que ERC se ha quedado a tan sólo 17 votos de poder sumar un tercer concejal. Por último, Ara Reus que, teniendo en cuenta el terremoto que se ha producido, puede darse por satisfecho por haber mantenido sus dos concejales.
La hora de los pactos
Con un consistorio especialmente atomizado, a Pellicer le toca la difícil tarea de gestionar la complejidad e intentar cerrar más de un pacto que le permite gobernar. No solo se trata de sumar, sino de hacerlo con aquellas formaciones que puedan darle una estabilidad. La legislatura se presenta apasionante. El oasis reusense queda muy lejos en el recuerdo.
