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Rubén Viñuales (PSC) arranca con ritmo. El nuevo alcalde de Tarragona inició ayer su andadura en el despacho principal de la Plaça de la Font firmando dos decretos que, en su globalidad, impulsarán 3,3 millones de euros para frenar inundaciones en la Part Baixa y para renovar, asimismo, ocho campos de fútbol de la ciudad.
Tras realizar una primera ruta para saludar a los funcionarios –la segunda será hoy–, el nuevo máximo representante municipal ejecutó las dos primeras decisiones de su nuevo gobierno, que de momento está formado únicamente por los nueve ediles del grupo municipal del PSC pese a que en su comparecencia pública de ayer reconoció «tener las puertas abiertas» para dialogar y negociar con todas las fuerzas menos con Vox.
Inversión mediante Ematsa
La actuación que puede tener novedades de manera más inmediata es la de solucionar las inundaciones en la Part Baixa cuando hay episodios de lluvia intensa. En este capítulo se destinarán 1,3 millones de euros para incrementar en un 40% la capacidad actual de desguace. Fuentes municipales indican que esta actuación se financiará con «dividendos de Ematsa».
En concreto, el proyecto contempla dos fases. La primera, valorada en unos 900.000 euros, será la creación de un nuevo colector en Torres Jordi con capacidad para 1.500 mm que discurrirá en paralelo al actual, para la recogida de aguas pluviales. «El proyecto estará listo en dos ó tres semanas para poderlo sacarlo a licitación. Lo aceleramos porque esta es nuestra voluntad política», recalcó ayer Rubén Viñuales, quien detalló que «la transición ecológica es uno de los elementos clave para este gobierno».
Ya la segunda fase, valorada en unos 400.000 euros, contemplará la construcción de otro nuevo colector en la calle Reial. «Se trata de una reivindicación histórica de la Part Baixa», destacó el alcalde. La ejecución de estas medidas facilitará un desguace de 1.800 litros por segundo, de los cuales un 75% (1.350 l/s) ya se lograrán con la primera parte de las actuaciones. «El calendario nos lo marcarán los técnicos, pero lo importante es tener a punto todo lo que depende de nosotros», afirmó Viñuales.
Dinero de créditos concertados
Paralelamente, el plan de choque de los primeros días del ejecutivo socialista se centrará en la mejora de ocho estadios de fútbol, donde principalmente se renovará la instalación de césped artificial con un impulso económico de dos millones de euros. Este dinero se usará de la cartera de 34 millones que el Consistorio tiene en marcha para inversiones. «No queremos tener dinero sin usar procedente de préstamo por el cual estamos pagando intereses. Esto es un mal uso y poca eficiencia de los recursos municipales», detalló el alcalde. Por ello, en los próximos días se dará de baja alguna de las partidas previstas.
En lo referente a las actuaciones en equipamientos deportivos, las acciones se llevarán a cabo en los estadios de Torreforta, Icomar, Campclar, La Floresta, La Granja, Bonavista, Sant Pere i Sant Pau y Sant Salvador, renovando un total de 51.856 metros cuadrados de superficie verde. «Esta es una de nuestras prioridades. Es una actuación necesaria ante el estado en el que se encuentran. La vida útil del césped artificial es de 10 años, y aquí en la ciudad ya hace 16 que no se renueva», enfatizó Viñuales. También se reformarán las rejas de las canaletas, se sustituirán los actuales cañones de riego por aspersores y se instalarán nuevas porterías de fútbol 7.
El alcalde detalló que el ejecutivo de la Plaça de la Font está elaborando «un plan estratégico para cuatro años» para afrontar «los retos que tenemos en transición energética o para dar uso a los equipamientos públicos en desuso». Mucho trabajo, pues, hasta 2027 tras el primero paso dado ayer.
