4 lugares espectaculares en Tenerife

Tenerife es conocida como “La Isla de la Eterna Primavera” por sus buenas temperaturas y su clima suave y tropical, lo que atrae a miles de turistas cada año. De hecho, este mismo año la isla ha sido visitada por casi 2.272.736 de turistas que vienen con el objetivo de disfrutar de las experiencias veraniegas que esta ofrece. A consecuencia de esto, es posible encontrar cientos de hoteles de lujo en Tenerife creados expresamente para abarcar el alto número de visitantes, al mismo tiempo que les brinda todas las comodidades existentes para unas vacaciones inolvidables.

El visitante tiene la oportunidad de elegir la zona en la que quiere alojarse durante su estancia vacacional, teniendo a su disposición diversas páginas web de hoteles, como Iberostar.com, con el objetivo de encontrar el hotel perfecto para sus planes. Además, cuenta con la certeza de saber que, sin importar el lugar escogido, estará rodeado de un paraje inconfundible con acceso a playas naturales así como en contacto con una naturaleza diversa y colorida. Porque Tenerife posee lugares asombrosos que llaman a ser contemplados.

1. Teide y Parque Nacional del Teide
Visita obligada por excelencia, sobre todo siendo el tercer volcán más alto del mundo. Las impresionantes vistas del resto de islas solo son comparables a poder contemplarlas al amanecer o al atardecer, cuando los rayos de sol crean un paisaje digno de postal. Para subir podemos hacerlo de dos maneras: en teleférico o en visitas guiadas a la cima que duran 6 horas. Si además se quiere subir al Pico del Teide será necesario haber solicitado previamente un permiso especial en la web de Parques Nacionales del Ministerio de España.

El Parque Nacional del Teide, por su parte, comprende frondosos bosques y diversos valles, entre los que destaca por su majestuosidad el de los Roques de García. Este es uno de los más conocidos debido a las enormes formaciones rocosas consecuencia de las erosiones del terreno, destacando por su singularidad el Roque Cinchado. El Parque es el tercero más antiguo de España y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2007. Además, es complementario del Parque nacional de los Volcanes de Hawái, 16 y paisajísticamente similar al Parque nacional del Gran Cañón del Colorado en Arizona, Estados Unidos.

2. Parque rural de Anaga
A pocos minutos de Santa Cruz de Tenerife se encuentra este espacio natural protegido declarado Reserva de la Biosfera en 2015, siendo el paraje natural más importante tras el del Teide. Las más de 14.000 hectáreas comprenden picos, valles, bosques, etc., pudiendo realizarse diversas rutas de senderismo para visitar las distintas zonas del parque, encontrando a su paso también playas y acantilados que dejan sin aliento.

Pero sin lugar a dudas, lo más impresionante del lugar es la sensación que transmiten los bosques de laurisilva. Todo aquel que se ha adentrado en sus senderos ha comentado lo mismo: la magia que se respira en el ambiente. Quizás sea por la luz que intenta abrirse paso a través de las ramas de los árboles o por la tranquilidad de sus caminos, pero lo cierto es que es uno de los lugares imprescindibles para explorar si se visita Tenerife.

3. San Cristóbal de la Laguna
Es la única ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco de todo Canarias. Este nombramiento tuvo lugar en 1999 por ser ejemplo único de ciudad colonial no amurallada. Además, la primera universidad se construyó en este lugar, por lo que fue considerada como centro intelectual de Canarias. Esta ciudad de planta cuadriculada serviría de inspiración durante la conquista española a las construcciones de las ciudades en América, como La Vieja Habana o Lima.
Construida sobre una antigua laguna, presenta una enorme variedad de iglesias realizadas en piedra volcánica y edificios culturales destinados al estudio de la isla de Tenerife. Recientemente se han descubierto diversos túneles, pasadizos y criptas subterráneas que datan de una época inmediatamente posterior a la fundación de la ciudad. Según los expertos, estos túneles pasan en ocasiones por debajo de edificios tan importantes como la Iglesia de la Concepción, la Catedral de La Laguna y el antiguo Convento de San Agustín.

4. Garachico
Es un pequeño pueblo que fue devastado en 1706, consecuencia de la erupción del volcán Trevejo. Dado su rico patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994. Este pueblo de coloridas casas presenta playas de callaos y arena negra junto a pequeños acantilados, los cuales ofrecen una vista mágica del lugar. Recorrer sus calles nos adentra en la historia del lugar, pudiendo contemplar numerosas iglesias, ermitas y castillos.

La desafortunada destrucción del pueblo por el volcán y su llegada al mar provocó la aparición de piscinas naturales de roca volcánica, convirtiéndose a día de hoy en una de las zonas de mayor atracción turística. Las piscinas naturales de El Caletón son las más visitadas durante el verano, ya que es apto para todos los públicos y sus aguas suelen ser tranquilas y cristalinas. Formaciones naturales dignas de ser contempladas y disfrutadas. Además, frente a sus costas es posible distinguir el Roque de Garachico, un pequeño islote de formación volcánica que en 1994 adoptó el nombre de Monumento Natural del Roque de Garachico.