El derroche alimentario, un problema de todos

Cada catalán despilfarra 35 kilos de comida al año, 260.000 toneladas en total, lo que pide un cambio de hábitos

05 junio 2018 09:54 | Actualizado a 13 junio 2018 17:56
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Los alimentos constituyen un recurso valioso que se debe gestionar y consumir con el máximo cuidado y responsabilidad. El objetivo debe ser aprovechar toda la capacidad nutritiva que pueden ofrecer los alimentos, al margen de las costumbres, convenciones y hábitos sociales de cada momento respecto al uso (raciones demasiado generosas o desaprovechamiento de alimentos de una comida a otra, por ejemplo). Por lo tanto, ningún alimento puede ser considerado un residuo. 

El despilfarro es un problema característico de las sociedades desarrolladas, que cada año provoca la pérdida de miles de toneladas de alimentos. Analizar las características de la basura doméstica y de los residuos orgánicos de otros sectores permite conocer el alcance y aplicar las propuestas correctoras oportunas. 

En Catalunya, un estudio elaborado por la Universitat Autònoma de Barcelona, a partir del cual se ha presentado la guía “Un consum més responsable d’aliments”, ha puesto cifras y ha dimensionado el derroche en unas 260.000 toneladas anuales. Esto equivale a 34,9 kg por habitante al año; un 7% de las adquisiciones de comida sólida. Buena parte de estos alimentos se tiran en los hogares, comercios y restaurantes.

El derroche alimentario se da cuando desaprovechamos y tiramos alimentos que todavía tienen valor nutritivo. El derroche se refiere tanto a todos los restos de comida cocinada que tiramos como al que se echa a perder o caduca a la nevera o a la despensa y no hemos podido consumir.

Los responsables del derroche no somos sólo los consumidores finales, sino también los productores cuando rechazan productos porque no cumplen unas medidas determinadas o no tienen buen aspecto, las tiendas y supermercados cuando acumulan más alimentos de los que pueden vender para tener una amplia oferta de productos y caducan o los restaurantes cuando para ofrecer un menú variado compran muchos alimentos que después tiran, o cuando las raciones de alimentos de los platos son demasiado grandes.

La estimación de la generación de residuos municipales de Cataluña otorga a la materia orgánica el 36 % del peso de los residuos municipales generados. Es la mayor porción en términos cuantitativos y muy relevante cualitativamente, ya que, mezclada con otras fracciones, dificulta su gestión. De este 36 %, un 4 % corresponde a la fracción vegetal (FV) y la mayor parte, el 32 %, a restos de alimentos, la denominada FORM. 

Para reducir estos datos de despilfarro es preciso considerar la cuestión desde una perspectiva transversal y poliédrica que tenga en cuenta actuaciones específicas en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria y, de forma paralela, aborde otras aproximaciones de tipo económico, ambiental, nutricional, cultural… que influyen sobre cómo se consumen los alimentos socialmente. 

En este escenario debe introducirse un cambio de comportamiento y de actitud por parte de todos los actores sociales, encaminado a recuperar el valor de los alimentos y concebir los restos de alimentos como un recurso.

Som Gent de Profit
La Agència de Residus de Catalunya lleva a cabo varias acciones para promover el aprovechamiento de alimentos y reducir el derroche alimentario. Es una cuestión que se enmarca en la prevención de residuos, que es el primer escalón en la jerarquía de la gestión de los residuos. De esta manera, la campaña ‘Som Gent de Profit’ hace tres años que funciona a pleno rendimiento (desde el 2015).

Esta iniciativa consiste en la realización de un conjunto de acciones de proximidad para acercar la Agència de Residus de Catalunya a la ciudadanía, además de una fuerte presencia en las redes sociales. Estas acciones de proximidad se hacen en mercados, ferias, escuelas, comidas populares supermercados y restaurantes.

‘Som Gent de Profit’ es una acción de economía circular adaptada a diferentes entornos sociales relacionados con el hábito de comer. Fomenta la cultura de dar una segunda vida a los productos, no sólo para que sean reaprovechables en nuestra rutina alimentaria, sino también para recudir el impacto medio ambiental que ciertos residuos provocan.

Desde ‘Som Gent de Profit’ se expone que: «Sabemos que se ha trabajado mucho, desde hace tiempo y desde muchos ámbitos para evitar y reducir el derroche, pero no es suficiente, aún tiramos demasiada comida en buenas condiciones».

«Por este motivo, insistimos aún más y de manera continuada, en sensibilizar y educar a la población sobre este grave problema, hay que recuperar el valor de los alimentos y pensar que los restos alimentarios son también un recurso muy importante».

Consejos

En casa 
- Tener más conocimientos sobre el tratamiento y la conservación de alimentos. 
- Planificar los menús y las cantidades de alimentos.
- Guardar y reaprovechar la comida sobrante.
-Tener en cuenta las fechas de caducidad y de consumo

En la compra 
- Planificar la compra para evitar adquirir un exceso de alimentos o alimentos, especialmente de productos frescos.
- Escoger formatos que se ajusten mejor al consumo y a las raciones previstas. 
- Evitar la compra de envases
pequeños o monodosis, ya que cuando nuestra demanda de producto es superior hay más residuos de envases.

En el restaurante
- Pedir la cantidad de alimento que se ajusta al hambre.
- Llevarse a casa los platos que no se han comido para que no se desperdicien.

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