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Durante siglos y siglos, las diferentes sociedades se han visto atrapadas por artes místicas y psicodélicas alejadas de la razón humana, que han servido tanto para dar explicación a asuntos desposeídos de una causa visible como para otorgar esperanza en momentos de dificultad. La videncia, o la capacidad de ver cosas que el resto de personas no pueden ver, es un don que permite ayudar al sector crédulo de la ciudadanía. Su finalidad es ayudar a que las personas entiendan ciertas situaciones o encuentren herramientas para afrontar algún problema que les sobrepasa.
No obstante, aún hoy en día pesa sobre este arte un gran interrogante que pone la videncia, el tarot y sus derivados en entredicho, debido a las múltiples dudas que hay sobre su utilidad y, sobretodo, sobre su veracidad. Si bien es cierto que existe quien se aprovecha de la fe de la gente, también hay ciertas personas que han desarrollado a lo largo de su vida (de forma innata o no) capacidades extrasensoriales o sobrenaturales que pueden manifestarse de diferentes maneras. Además de la videncia, algunas de ellas son la intuición, la premonición o la precognición.
La videncia
¿Hay videntes buenas? Para quienes tienen fe en esto, por supuesto que sí. Y es que no solo se trata del hecho de predecir el futuro, sino que un vidente es capaz de percibir informaciones que van más allá de la información que se puede recaptar a través de los cinco sentidos. Dicho de otra manera, es la capacidad que tiene un individuo de conocer informaciones pasadas, presentes o futuras para poder interpretarlas y así ayudar a la persona que necesita de su consejo.
Los videntes lo hacen a partir de realizar una abstracción del espacio y del tiempo. Aunque algunos son capaces de realizar sus funciones místicas sin ningún elemento intermediario, hay quienes necesitan algún tipo de instrumento que les de apoyo, como una bola de cristal o las cartas del tarot. Dentro de este sector, Internet ha incrementado el volumen de personas que están interesadas o que tienen curiosidad en tener información sobre aspectos de su vida para poder avanzar. De esta manera, gracias a la red se ha desarrollado el tarot sin gabinete.
La intuición, la premonición y la precognición
¿Cuál es la diferencia entre estas 3 capacidades? La intuición o presentimiento es una sensación que todos hemos percibido en algún momento de nuestro día a día. Es aquella sensación imprecisa e instintiva que nos indica que algo va a suceder. La premonición hace irrupción pasiva para advertirnos de que algo va a pasar, y lo hace normalmente a partir de una visión precisa de la situación o del acto en sí que sucederá en un futuro más o menos cercano. Por último, la precognición es la capacidad de poder prever un evento antes que este se produzca pero es una capacidad activa, es decir, que la persona que trata de averiguar lo hace a través de accesorios.
El uso del horóscopo en la sociedad actual
Actualmente, una gran parte de la sociedad lee semanalmente su horóscopo. Pero, ¿qué es realmente el horóscopo? Se trata de un método de predicción que se basa en la posición arbitraria de los astros en el momento del nacimiento de una persona. Su origen proviene de los babilonios porque, se dice, pasaban muchas horas mirando al cielo, de modo que fueron los primeros en asignar formas arbitrarias a las estrellas para crear las conocidas constelaciones.
Así, según este arte, la personalidad base de cada persona está marcada o condicionada por el periodo de su nacimiento. Cada signo del horóscopo tiene adjudicadas unas características generales que aplica a su vida y se dividen en los 4 elementos principales: fuego, aire, agua y tierra. Por ejemplo, los capricornio tienen fama de responsables y prácticos, los sagitario de ser positivos y versátiles, y los géminis de tener doble personalidad.
Pero el primero de ellos es el horóscopo aries. Las personas nacidas recién empezada la primavera, del 21 de marzo al 20 de abril, son personas llenas de energía y entusiasmo. Pioneras, aventureras e independientes, son líderes por naturaleza, ya que no les gusta recibir instrucciones ni órdenes de ningún tipo. Si bien es verdad que los aries no suelen tener mucha paciencia y son tercos, lo compensan con su gran capacidad para razonar y argumentar. Su personalidad resulta arrolladora y se entregan totalmente en todo aquello que hacen; si confían en la causa, lo dan todo de sí mismos.
