Fue en 1920 que Andreu Suriol Farré, licenciado en Farmàcia por la Universitat de Barcelona, adquirió la farmacia Roquer de la calle Major, 19 de L’Arboç y decidió trasladarla 25 metros hasta su casa.
El relevo lo cogió su hijo Agustí Suriol Escofet, pero su prematura muerte hizo que la propiedad pasase a Andreu Suriol Ribé, también licenciado en farmacia.
Andreu Suriol Farré, su hijo Agustí y su nieto Andreu han sido inspectores farmacéuticos de L’Arboç y de Banyeres del Penedès siendo los responsables, entre otras funciones, del saneamiento de las aguas desde junio de 1921 a febrero de 2010.
Una farmacia, además de atender a las necesidades sanitarias del municipio es también un punto de referencia para los vecinos.

Esa dedicación de más de un siglo ha valido a la Farmàcia Suriol de L’Arboç para recibir el Premi Nacional als Establiments Comercials Centenaris de la Generalitat de Catalunya 2022, del Consorci de Comerç, Artesania i Moda de Catalunya.
Andreu Suriol , su hijo Albert Suriol, tercera y cuarta generación de la saga de farmacéuticos, han recogido la distinción.
Hoy, además de su actividad asistencial para el público, la Farmàcia Suriol da servicio a un centenar de farmacias del entorno como laboratorio acreditado de formulación magistral.