Ocio nocturno y restauración, en pie de guerra contra las nuevas restricciones

"Siempre recibimos los mismos", lamentan, tras conocer las pretensiones de la Generalitat

21 diciembre 2021 14:17 | Actualizado a 22 diciembre 2021 06:18
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“La estocada final”, “un desastre”, “una decepción” o un “cierre encubierto” para unos sectores económicos que ya están “en coma”. Así describen las nuevas restricciones varios representantes empresariales del ocio nocturno, la restauración, la cultura, el comercio y los gimnasios de todo Catalunya.

La sensación compartida por todas partes es “de angustia” y “tristeza”, especialmente por dar pasos atrás en uno de los momentos más importantes para la facturación anual. Los restauradores lamentan tener que cancelar reservas con las cocinas llenas de productos premium por las comidas de Navidad: “Siempre recibimos los mismos”. Las discotecas dicen que el Gobierno “ha destrozado la mejor semana del año” y los gimnasios creen que se les está “arruinando a plazos”.

Las neveras llenas de comida y bebida, todas las mesas reservadas con días de antelación y la inmensa mayoría de las entradas anticipadas para los espectáculos vendidas. El regreso de las restricciones ha cogido a la inmensa mayoría de sectores económicos catalanes con todo el trabajo hecho para hacer frente a la demanda de Navidad. Una demanda que ahora no podrán satisfacer, porque el ocio nocturno cierra, la restauración tendrá que reducir en la mitad las mesas interiores, y en la cultura, ene comercio y en los gimnasios solo podrá entrar un 70% del aforo habitual.

En Tarragona

El sector hostalero del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre da prácticamente por perdida la actividad prevista durante las fiestas de Navidad y Fin de año a raíz de las nuevas restricciones. Los establecimientos viven una jornada marcada por un goteo constante de anulaciones de reservas. "Estamos muy preocupados porque hay muchas cancelaciones, muchos restaurantes han decidido no hacer cenas por Fin de año y se tendrá que devolver el dinero a todas las personas que habían reservado; será un Fin de año insalvable", lamenta Magí Mallorquí, presidente de la Asociación Hotelera de la Provincia de Tarragona y portavoz de la Asociación de Empresarios de Hostelería.

La Asociación de Hostelería de Girona está "angustiada, triste y muy enfadada" con las restricciones anunciadas por el Govern. Consideran que se trata de un "cierre encubierto" a un sector que "está en coma", tal y como ha asegurado el vocal de la asociación, Xavier Manresa.

De momento, algunos clientes ya han empezado a cancelar las mesas de cara a las fiestas. "Teníamos las reservas llenas en Navidad, Sant Esteve y fin de año y nos están entrando muchas anulaciones. Todo, lógicamente, con todo el producto comprado y entrado en neveras. Un desastre", explica el propietario de Can Pau de Cantallops, Nisu Castelló.

La reducción al 50% del aforo en el interior de bares y restaurantes ha vuelto a crispar al sector, tal y como ha explicado la presidenta de la entidad que agrupa el colectivo en la Cerdanya, Nativitat Bover. La medida ha cogido a los establecimientos con las reservas ya hechas por los días festivos de Navidad por parte de los clientes: "Y ahora qué les tenemos que decir, usted puede venir y usted no puede venir? Es terrible", afirma Bover.

En cuanto a Fin de año, afectado además por el toque de queda, cree que todo ello provocará que haya encuentros en el exterior: "Nosotros dejaremos de ganar céntimos para que se hagan fiestas ilegales por todas partes". En la comarca, las nuevas restricciones llegan un año después del cierre total de la actividad por el confinamiento perimetral.

"El Gobierno no ha hecho la previsión, y nosotros hemos invertido mucho dinero en publicidad, decoración, mobiliario, preparación, sacando personal de los ERTE, haciendo compras de todo tipo porque tendríamos los locales llenos", asegura el presidente del Gremio de Restauración de Sabadell, Jordi Roca. El anuncio, lo lee como una estocada: "A muchos les acabará de hundir, estamos muy preocupados". "Ya no multiplicábamos beneficios porque mucha gente aprovecharía para ir a esquiar", añade Roca.

Desde el Gremio de Restauración de Terrassa apuntan que las malas sensaciones empezaron cuando el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, pidió que no se hicieran comidas de empresa en Navidad: "Han caído entre 400 y 500 reservas por negocio", apunta su vicepresidenta, Maite Garcia, destacando que la comida prevista ya se había comprado y que ahora reposa en las neveras.

"Salut continúa yendo a lo suyo, en ningún momento se han puesto en contacto con los gremios de restauración, nosotros siempre hemos estado a su lado y nos hemos enterado por la prensa", denuncia. “Qué tenemos que hacer ahora, llamar a los clientes y decidir quién puede venir y quienes no?", se pregunta Garcia, que lamenta que el Gobierno les ha puesto "entre la espada y la pared".

En el Golden de Manresa tienen las neveras llenas. Rape, pulpo, marisco, cabrito... género muy caro que ahora no podrán cocinar. "Qué hago ahora con todo esto? Siempre recibimos los mismos y siempre nos lo dicen a última hora", se queja el propietario, Rafael Carmona. Tenían reservadas el 100% de las mesas en Navidad y, además, algunos grupos grandes. "Tendremos que llamar a la gente y decirles que no vengan", lamenta. También Xavier Garcia, del restaurante Las Vegas, tendrá que anular reservas. "Es un nuevo golpe que nos llevamos la hostelería", lamenta.

Los sectores de la restauración y del ocio nocturno lamentan que "otra vez, tengan que pagar el pato ante la mala gestión de la pandemia que se está haciendo" y consideran que se podían adoptar otras medidas que permitan hacer compatible la gestión sanitaria con la actividad económica. Desde la Federación de Hostelería de Lleida señalan que estas restricciones "llegan en el peor momento". "Antes de restringir el aforo o cerrar locales se tenían que buscar otras fórmulas como por ejemplo hacer más pruebas de antígenos o reforzar la ventilación de los locales", defienden.

En el Pirineo, los complejos de nieve están preocupados por la reducción al 50% en el interior de los locales de restauración de las pistas. El director comercial de Baqueira Beret, Xavi Ubeira, explica que se adaptarán estos espacios y se potenciarán las terrazas. En días de bonanza será factible, pero que en jornadas de nevadas, frío o viento no.

"Es la estocada definitiva a la Navidad", asegura el director del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols. El secretario general del Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y Provincia, Ramon Mas, lamenta que el Gobierno "ha destrozado la mejor semana del año" y asegura que no se esperaba medidas "tan contundentes". En paralelo, los empresarios critican la falta de medidas alternativas y cifran en 50 MEUR las pérdidas al ocio nocturno por Fin de año.

Los gimnasios, preocupados

El presidente de la Asociación de Empresas de Catalunya de Actividad Física y Fitness (Adecaf), August Tarragó, critica que las restricciones se hayan anunciado "el último día y a última hora". "Al final nos estamos arruinando a plazos, llevamos dos años perdiendo dinero, constantemente y recurrentemente cada mes", lamenta. Tarragó también pide al Gobierno que además de proteger el sistema sanitario también ponga en "la balanza" la economía. El presidente de la patronal reclama ayudas de "manera inmediata" y que se vuelvan a flexibililtzar los requisitos para acogerse a los ERTE si las restricciones tienen que ser "continuadas".

El gerente de Royal -con un centro en Tarragona y otro en Lleida-, Gerard Monguió, explica que el diciembre ha sido "complicado", porque primero tuvieron que implementar el sistema para validar el pasaporte covid y ahora tendrán que volver a restringir los aforos. En lo que hace referencia al pasaporte, Monguió reconoce que los ha hecho perder clientes no vacunados.

El comercio ve “asumible” la reducción

Los comerciantes gerundenses creen que las restricciones afectarán a las ventas porque la gente tendrá menos ganas de comprar, pero las asociaciones de Barcelona consideran que las restricciones podrían haber estado peor.

El presidente de Barcelona Comerç, Salva Vendrell, reconoce que la medida "no se recibe con ilusión", pero prevé una campaña de Navidad "bastante normalizada". Sin embargo, pide que las ayudas lleguen a los negocios más afectados por las restricciones y propone ampliar el uso del certificado covid al comercio, así como a otros sectores como la cultura o el deporte.

"Dentro de las limitaciones somos los que menos afectados estamos porque restringen el aforo al 70%, y mucha gente ya hacía cola en las puertas", asegura el presidente de Sabadell Comerç Centre, Josep Maria Porta. Con todo, lamenta que estas limitaciones pueden hacer que algunas personas que preveían comprar en los establecimientos opten ahora para hacer las compras en línea.

"Al pequeño comercio no lo afecta demasiado (la reducción de aforo) porque la gente, si voz una tienda muy llena, ya no entra", explica la presidenta de la asociación de comerciantes de la calle de Guimerà de Manresa, Neus Uró. Sin embargo, afirma que la limitación de los encuentros a diez personas sí que repercutirá claramente en las compras navideñas. "La incertidumbre", explica, y que quizás "no se podrán encontrar hará que la gente no compre tanto", augura.

"Sopresa" y "enojo" en la cultura

La presidenta de la asociación de teatro ADETCA, Isabel Vidal, lamenta que la reducción del aforo al 70% en el mundo cultural es "una noticia dura". De hecho, Vidal reconoce que antes de que una reducción de aforo esperaban la petición del certificado covid-19 porque "dentro de los teatros se cumplen las medidas de seguridad con la mascarilla". Así mismo, Vidal pide ayuda a las administraciones para "resarcir esta pérdida de ingresos tan importantes".

El presidente del Gremio de Cines de Cataluña, Camilo Tarrazón, ve "dura" la reducción del aforo y considera que tendrá un "perjuicio importante" para el sector, puesto que llega en una época de gran afluencia. A la espera de conocer "la letra pequeña" de las medidas, pide el salvoconducto cultural y que se respeten las ventas anticipadas para las funciones. También reclama al Gobierno que acompañe al sector cultural para hacer frente a "las dificultades que estas medidas comportarán".

"Enojo", "sorpresa" y "decepción" son los sentimientos principales en las salas de conciertos. El presidente del ASACC y gerente de Razzmatzz, Lluís Torrents, dice que "esperaban" medidas de "cierre general" pero no las anunciadas por el ejecutivo, y que a su entender solo afectan a "un sector pequeño de la población" que además es mayoritariamente joven y "menos vulnerable" ante el virus. Torrents avisa además que, como anteriormente, la población joven "buscará la forma clandestina y sin control" para divertirse por la noche.

El director del Barnasants, Pere Camps, lamenta que estas medidas "llegan tarde" y que si se hubieran tomado antes, "no serían tan drásticas". "Volvemos a la limitación de los aforos y esto se puede cumplir, pero necesitaremos el apoyo económico de las administraciones públicas para salir adelante", señala. Camps ve como un "paso atrás" las restricciones.

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