El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha afirmado este lunes que no descarta presentar una querella por la Operación Catalunya, tras conocerse los detalles del espionaje al que fue sometido durante cinco años mediante el software Pegasus. En una entrevista en RAC1, Mas ha explicado que esperará a ver cómo transcurre la comparecencia de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso antes de tomar una decisión definitiva.
“Hoy hay un acto formal muy potente. No he querido presentar la querella antes de mi intervención. Quiero ver cómo va para decidirlo”, ha declarado Mas, que también está citado a comparecer esta tarde ante la comisión parlamentaria que investiga la Operación Catalunya.
El expresidente ha denunciado que su intimidad fue “absolutamente violentada y destrozada”, ya que Pegasus no solo accedía a toda la información de su teléfono móvil, sino que también podía activar el micrófono y espiar sus conversaciones privadas.
Mas ha insistido en que no sabe quién ordenó el espionaje, ya que no aparece en las autorizaciones judiciales del CNI, y ha señalado que desconoce quién tiene la información ni qué uso se ha hecho de ella. “La violación es total”, ha lamentado.
Respecto a la posible querella, Mas ha explicado que su objetivo sería dirigirse contra todos los implicados en la “cocina” de la Operación Cataluña, incluyendo nombres del Ministerio del Interior, pero también a dirigentes del Partido Popular como María Dolores de Cospedal, entonces secretaria general del PP, y Alicia Sánchez-Camacho, expresidenta del PPC. Ha enumerado posibles delitos como la fabricación de informes falsos, la manipulación de procesos electorales y el uso de fondos públicos para actividades ilegales.
Según ha adelantado RAC1, Mas fue la primera víctima de Pegasus en el Estado español y la segunda a nivel mundial, con una primera infección registrada en julio de 2015, cuando aún era presidente de la Generalitat, y continuada hasta mayo de 2020.