De los Cobos dice ahora que Interior se dejó «engañar» por los Mossos el 1-O

«Sabíamos que no pondrían toda la carne en el asador», reconoce el coronel, que cree que Trapero tuvo en sus manos parar el referéndum

29 enero 2020 10:10 | Actualizado a 29 enero 2020 12:59
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Diego Pérez de los Cobos, el máximo responsable del Ministerio del Interior contra el 1-O, entonó ayer el mea culpa en la Audiencia Nacional. Aunque incluso cuando reconoció errores fue para acusar de todo a su ‘enemigo íntimo’, Josep Lluís Trapero, y a los suyos. El coronel de la Guardia Civil admitió que los expertos de las fuerzas de seguridad del Estado se «equivocaron» al apostar que el día del referéndum los Mossos iban a actuar, al menos a medio gas, para impedir la consulta.

El mando de la Guardia Civil 
–durante un tenso interrogatorio con Olga Tubau, abogada de Trapero– culpó básicamente al exmayor y a su número dos, el comisario Ferran López, de haber «engañado» a los responsables de seguridad del Gobierno de Rajoy. «López, hasta el 30 de septiembre, me dijo: ‘Estate tranquilo. Vamos a cerrar muchos colegios, igual no la totalidad, pero muchos’», rememoró el coronel, que no aclaró cómo los servicios de información o los servicios secretos del Estado no previeron que el cuerpo autonómico no iba a hacer nada para abortar la votación. No fue ese el único ardid con el que los Mossos pretendieron «engañar» al Ministerio del Interior, según el coronel. La policía catalana también hizo el «ofrecimiento envenenado» a las fuerzas de seguridad del Estado de estar presentes en el centro de coordinación junto a los Mossos, cuando lo que se perseguía con esa maniobra era pretender demostrar que el Gobierno central avalaba el inexistente despliegue del cuerpo autonómico.

«¿Por qué creyó a López?», le preguntó Tubau, que le recordó que él mismo había declarado el lunes que Trapero se alineaba con los planteamientos del Govern de permitir la votación. «Es verdad que desde hace tiempo albergábamos dudas (sobre la voluntad de los Mossos el 1-O) por las declaraciones del conseller Joaquim Forn y la actitud del propio Trapero. El mayor se mostraba renuente a todo lo que fuera arbitrar mecanismos para impedir el referéndum. Pero aun así, pensamos que íbamos a encontrar una cierta actuación de los Mossos, quizás no tan firme como hubiéramos deseado, quizás sin poner toda la carne en el asador... pero no pensamos que iban a tener una inacción generalizada como ocurrió», se sinceró el mando de Interior.

«Siempre pensamos que era mejor ir de la mano de los Mossos aunque fueran al 50% de sus posibilidades que romper la baraja. Nos equivocamos», dijo.

El testigo explicó que la inacción de los Mossos fue la «peor de las hipótesis posibles», y que llevó a las fuerzas de seguridad del Estado poco menos que al disparadero por tener que actuar solas. Recalcó que la no actuación del cuerpo autonómico provocó que se rompiera la «imagen de fortaleza» contra el referéndum, e hizo que la «ciudadanía» tuviera una «actitud mucho más virulenta».

«Ante la gravedad de la situación y el mandato judicial, las fuerzas de seguridad del Estado no podía unirse a la inacción porque hubiera sido certificar que la ilegalidad imperaba en Catalunya», zanjó. En su opinión, el mayor tuvo en sus manos parar el referéndum si hubiera dado al Govern el ultimátum de que tendría enfrente a los Mossos si seguía adelante con el 1-O.

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