El año de la bufanda-manta

Las bufandas, los ponchos y los ´cuellos´ vienen en talla XL. He aquí un pequeño ´manual de uso´ para no liarse con lo que nos echamos al cuello

19 mayo 2017 17:29 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:41
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Con la llegada del frío no le extrañe encontrarse con bufandas que, por su tamaño, le recuerden más bien a una bonita manta; hasta tienen un nombre, ‘bufanda- manta’. Y es que este año las tendencias dicen que todo lo que va al cuello para resguardarse del frío crece, se exagera.

Consultamos al servicio de Personal Shopper de El Corte Inglés, donde se dedican a asesorar a clientas de diversos perfiles durante todo el año y aseguran que ahora se llevan las maxibufandas, los ponchos y hasta los ‘cuellos’ o buffs de lana trenzados muy grandes.

Por contra, si hay algo que se lleva menos son las prendas como los pequeños pañuelos atados al cuello estilo azafata. Pero ojo, que la cosa no es la prenda, sino cómo se lleva, porque el mismo pañuelo se puede usar como turbante o diadema.

Los cuadros perduran

En cuanto a los estampados, los cuadros ingleses no abandonan la pasarela callejera e incluso se mezclan con el camuflaje y otros patrones.

Respecto al color, el burdeos y los colores pastel son protagonistas. No obstante, hay que pensar que lo que favorece «son prendas que van muy cerca de la cara y hay que tener en cuenta el color de la piel, del cabello, de los ojos». A grandes rasgos, aseguran que a las pieles blancas y rosadas les van mejor los colores fríos y a las tostadas y amarillentas, los cálidos. «Todo es cuestión de ir probando». Elegir bien el color, aseguran, puede ayudar a disimular las ojeras o dar luminosidad.

Pero, ¿cómo se pone?

Y aquí viene la gran pregunta: ¿Cómo se llevan estas prendas tan grandes? Seguro que alguien ya se la planteó la cuestión este año al encontrarse una de esas prendas XL debajo del árbol de Navidad.

Las asesoras apuntan que «aunque a nivel de protocolo el accesorio debería combinarse con otros accesorios como el bolso o los zapatos, la tendencia es que todo combina con todo. «Puedes ponerte una chupa y un fulard. No hay reglas».

Si lo que se quiere es un aspecto juvenil, los buff son una buena opción. «Pasaron de ser prendas muy deportivas a algo más elaborados. Algunas firmas incluyen tachuelas, perlas, piedras», explican.

Colocarlos sobre el abrigo o la chaqueta ya es otra historia. Basta con ver si no el éxito de los tutoriales en internet que prometen enseñar cómo usar estas prendas. Uno que enseña 25 formas de uso, por ejemplo, suma ya más de tres millones y medio de visualizaciones.

En el caso de las bufandas grandes las personal shopper sugieren varias formas, como por ejemplo usarlas atadas con el cinturón, como si de un poncho de tratara. Otra de las tendencias es dejar que uno de los dos extremos cuelgue hasta la rodilla o, simplemente, ponérselas sobre los hombros.

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