Los tractores del Camp vuelven a Tarragona esta noche y los del Ebre lo harán al alba

Historia. La voz del campo ha sonado con vigor y pujanza en la capital. Durante dos horas han estado entrando en Barcelona un total de 2.000 tractores –300 de ellos provenientes del Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre– después de los cortes de carreteras que comenzaron el pasado martes y que, en algunos casos, se alargaron hasta este miércoles a primera hora, antes de partir camino a la Avinguda Diagonal.

Allí han estacionado todos los agricultores provenientes de la demarcación de Tarragona y de la de Lleida. La cabecera ha llegado hasta la Plaça Cinc d’Oros –el cruce entre la Diagonal y Passeig de Gràcia–.

Por su parte, los que venían de Girona y de la Catalunya Central han entrado por la Avinguda Meridiana y han continuado por la calle Aragó y Passeig de Gràcia para acabar estacionando en Gran Via de les Corts Catalanes, delante del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural.

Desde allí, se han desplazado hacia el Palau de la Generalitat, donde dieciséis representantes han sido recibidos alrededor de las seis de la tarde en la Plaça de Sant Jaume por el president Pere Aragonès y por el conseller de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, David Mascort. Dicha reunión estaba prevista para las cuatro de la tarde, pero ha acabado retrasándose dos horas.

Los representantes sindicales han entregado a Aragonès y a Mascort un manifiesto con cincuenta puntos. Al terminar la reunión, el conseller ha indicado que «las reivindicaciones son absolutamente justas». «Todos juntos podemos hacer mejor las cosas, debemos ser capaces de hacerlo», ha añadido.

Mascort también ha explicado que habrá una nueva reunión en «una semana o quince días» para de esta manera analizar más concretamente las propuestas de los agricultores: «Queremos que se ganen mejor la vida», ha indicado.

En esa reunión se analizarán los cincuenta puntos del manifiesto y se concretará qué corresponde a la Generalitat, al Estado y a la Unión Europea. Los asistentes argumentan que el ejecutivo catalán tiene capacidad para reducir la burocracia, una de las principales denuncias del sector.

El Govern ha dado la opción a los manifestantes, algunos de los cuales han pedido la dimisión del conseller, de, escoltados por coches de los Mossos d’Esquadra, volver a sus respectivas comarcas. En la Plaça de Sant Jaume, algunos se han mostrado contrarios: «No nos marcharemos», gritaron.

Ha habido división de opiniones: unos veían con buenos ojos marcharse a casa, mientras que otros preferían quedarse. Finalmente, la asamblea de Terres de l’Ebre ha decidido pasar la noche en Barcelona y regresar a casa este jueves a partir de las seis de la mañana, ya que les esperan diez horas hasta su destino.

La mayoría de los del Camp, por su parte, han optado por regresar a casa. Han salido por la noche con la previsión de llegar a su hogar cuatro o cinco horas más tarde.

Desde las siete de la mañana

Los agricultores del Delta de l’Ebre han sido los que han salido más temprano de toda la demarcación. A partir de las siete de la mañana, una cincuentena de tractores han partido del corte de la AP-7 a la altura de L’Aldea para iniciar el camino hasta Barcelona.

En el bloqueo se han quedado unos treinta agricultores, que, sobre las 9.45 horas, lo han abierto para así coger el coche y dirigirse hacia Barcelona para unirse con sus compañeros.

En Montblanc, han hecho noche una decena de campesinos. A partir de las siete de la mañana, han ido uniéndose más payeses y, sobre las 7.30 horas, unos cincuenta tractores han entrado a la AP-2 escoltados por los Mossos d’Esquadra.

A esa hora, en la rotonda de la C-51 que da acceso a la AP-2 a la altura de Vila-rodona, otros cincuenta compañeros esperaban el aviso de la comitiva proveniente de Montblanc para unirse a ellos. Lo han hecho pasadas las 8:20 horas.

La columna ha sumado entonces un centenar de tractores y ha continuado por la AP-2 hasta La Bisbal del Penedès. Allí se han reunido con una veintena de agricultores del Baix Penedès, con los que han entrado en la AP-7 y han hecho una parada de descanso en un área de servicio próxima a Banyeres del Penedès.

Allí, los manifestantes han aprovechado para desayunar, tomar un café o un refresco y esperar tanto a la comitiva del Delta –que ha salido de L’Aldea– como a la de la Ribera d’Ebre, la Terra Alta y el Priorat.

Estas dos columnas debían juntarse en la AP-7 entre Reus y Tarragona, pero la del Delta quedó algo más atrás. Ambas han llegado al área de servicio entre las diez y media pasadas y las once de la mañana.

Diez minutos más tarde, la columna tarraconense conjunta ha salido de Banyeres para entrar a la demarcación de Barcelona dirección Vilafranca del Penedès, donde se han unido más tractores. En total, la cola ha alcanzado los 300, que han ido en dirección a la capital.

Los primeros manifestantes en llegar a Barcelona han sido los gerundenses y los de la Catalunya Central, que han entrado por la Meridiana alrededor de las 14.00 horas.

Aquellos procedentes de toda Tarragona han llegado al Área Metropolitana minutos antes de las dos de la tarde, cuando, a la altura de Sant Feliu de Llobregat, se han unido las cabeceras de las marchas tarraconenses y leridanas. Posteriormente, han entrado a Barcelona capital pasadas las 14.00 horas y, sobre las 15.00 horas, han accedido a la Diagonal. La columna de Lleida ha cerrado la comitiva.

Una vez establecidos en la Diagonal y en Gran Via de les Corts Catalanes, los manifestantes han iniciado la protesta a pie y se han dirigido hacia el Palau de la Generalitat para que los dieciséis representantes –ocho de la Plataforma 6F (dos por columna territorial), dos de Unió de Pagesos, dos de la Associació Agrària de Joves Agricultors (Asaja), dos de la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) y dos más de la Associació de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC)– mantuvieran la reunión con Aragonès y Mascort, que ha tenido lugar dos horas más tarde de lo previsto y que ha terminado pasadas las siete y media.

Fuera, en la Plaça de Sant Jaume, el resto de los payeses, que se contaban por centenares, han aguardado expectantes. El ambiente vivido ha sido muy reivindicativo. De hecho, un grupo de campesinos ha tirado huevos contra la fachada del Palau de Generalitat como señal de protesta por el hecho de que solo representantes de los sindicatos hubieran podido entrar a la reunión con Aragonès y Mascort.

El coordinador comarcal de Unió de Pagesos en el Alt Camp, David Sendra, ha sido claro, minutos antes de que finalizara el encuentro: «Si la respuesta no es contundente, las movilizaciones continuarán, pero somos optimistas». En esta línea, el responsable de Organización del sindicato, Carles Vicente, ha compartido el optimismo de Sendra: «Ya hemos puesto nuestros problemas en la agenda política».

Eduard Escolà, miembro de la Plataforma 6F, ha manifestado que «este es un gran día para los agricultores». «Es una buena oportunidad para trasladar nuestras preocupaciones, con la esperanza de que pronto se tomen medidas para resolverlas», ha añadido.

De acuerdo con lo que ha expresado el sector, los problemas relativos a la excesiva burocracia, el decrecimiento de la producción a causa de la sequía y el encarecimiento de los costes producto de la inflación están ya en conocimiento del Govern.