El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitió ayer que la corrupción le ha hecho «mucho daño» como dirigente político, incluso más que las duras medidas económicas que ha tenido que adoptar para salir de la crisis, y reconoció que debió ser «más diligente» para afrontar estos casos.
En un coloquio organizado por el diario ‘El Mundo’, Rajoy recordó que el Gobierno ha aprobado un importante paquete legislativo para luchar contra la corrupción y citado como ejemplo la oficina que se encargará de recuperar «lo robado» por estas redes.
Tras recordar que los jueces y fiscales han podido trabajar en esta legislatura con total libertad e incluso han perseguido a personas cercanas al Gobierno, el presidente del Gobierno se mostró convencido de que estas medidas evitarán nuevos casos en el futuro.
Preguntado por la razón por la que envió un SMS al extesorero del PP Luis Bárcenas cuando ya estaba siendo investigado y pidiéndole que fuera «fuerte», Rajoy insistió en que como «cualquier ser humano» a veces se cometen «errores».
«Yo ya he pedido perdón», proclamó el presidente del Gobierno, que tiene la sensación de que a algunos dirigentes políticos sólo les interesa remover los casos de corrupción para no tener que hablar de otras cosas.
Las listas
Mientras, fuentes del PP prevén que en los próximos días se den a conocer los cabezas de lista por cada provincia para los comicios del 20 de diciembre. Ellos, junto a los integrantes de la candidatura de Madrid que lidera Rajoy, constituirán el equipo con el que el presidente espera contar en la próxima legislatura, y el jefe del Ejecutivo confía en «acertar» con la elección.
También María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, está pendiente de que se confirme su presencia en las candidaturas al Congreso. Pero ayer Rajoy evitó responder sobre su futuro o el de cualquiera de sus compañeros. Confirmada la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como número dos por Madrid, fuentes populares dan por sentado que Cospedal encabezará la lista por Toledo o Albacete. En el partido ubican además al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, como número uno por Barcelona; al de Exteriores, José Manuel García-Margallo, liderando la candidatura de Valencia; y al responsable de Sanidad, Alfonso Alonso, como cabeza de lista por Alava.
Todo está, sin embargo, en el aire. Es la marca de la casa. El presidente guarda silencio, desencadena los nervios y apura los plazos para la publicación de las listas que tendrán que presentarse, como muy tarde, el 16 de noviembre.
Hoy mismo, a un día de que concluya la fecha para el registro de las coaliciones electorales, Rajoy viajará a Pamplona y Zaragoza para cerrar los acuerdos con UPN y el Partido Aragonesista, formaciones con las que los populares concurrirán el próximo 20-D en ambas comunidades. Y será ya por la tarde cuando la Junta Directiva Nacional del PP ratifique los pactos.
El presidente se considera a sí mismo la mejor opción del PP. «Si considerase que hay uno mejor que yo, le diría que fuera él», resumió antes de garantizar que él «no abandona el barco» en las situaciones difíciles.