Alrededor de 500 viticultores franceses de los departamentos franceses de Aude y de los Pirineos Orientales bloquearon esta mañana de jueves el paso fronterizo con España de Le Perthus para exigir el fin de las importaciones.
Los manifestantes, que quemaron neumáticos en el peaje de la autopista en Le Boulou, procedieron al filtrado de los vehículos que entraban desde España y saqueraron un camión con tomates, cuya carga vaciaron en el asfalto y otro de vino, cuya empresa –Transportes F. Ramos– tiene sede en Vila-seca.
Fuentes de la empresa explicaron que los piquetes «invitaron» a bajar de la tractora al conductor sin hacerle daño. Seguidamente, abrieron el grifo de la cisterna del vehículo pesado y vaciaron en el asfalto 28.000 litros de vino procedente de una región vitivinícola de fuera de Catalunya.
Esta carga de vino español iba dirigido a una gran empresa del sector francés. Había llegado en tren hasta la zona logística de Barcelona y de allí se había trasvasado la carga al camión de la firma logística de Vila-seca para culminar el viaje.
Las pérdidas económicas son grandes y de momento el responsable de las mismas recae en esta empresa tarraconense ya que la «pérdida» de la carga ha sido en el momento del transporte. Fuentes de F. Ramos han explicado que «es la primera vez que sufren una situación de estas características» y están en estos momentos «analizando jurídicamente como deben proceder».
La empresa Transportes F. Ramos ha explicado también en un comunicado «su profunda preocupación y firme rechazo ante los recientes incidentes en la frontera franco-española».
Transportes F. Ramos hace «un llamamiento enérgico a las autoridades francesas y españolas para que velen por la seguridad e integridad de los transportistas y sus vehículos, garantizando los derechos establecidos en las normas comunitarias. Instamos a crear un entorno propicio para esta labor y, si fuera necesario, a utilizar la fuerza amparada por la legislación vigente para prevenir futuros incidentes. Las consecuencias negativas de estos actos y los riesgos para la integridad y la convivencia son inaceptables y deben ser erradicados de manera efectiva.
La pasividad de las autoridades
La Prefectura (delegación del Gobierno) de los Pirineos Orientales explicó que los viticultores habían cerrado completamente la entrada 43 de la autopista en Le Boulou y habían reducido en el peaje el paso a dos carriles, por los que dejaban circular a los vehículos ligeros y a «algunos camiones» después de filtrarlos.
Una parte de los manifestantes había comenzado su acción en Narbona, donde el presidente del Sindicato de Viticultores de Aude, Frédéric Rouanet, anunció que iban a «detener las importaciones españolas», a las que acusan de estar provocando el hundimiento de muchas explotaciones en el sur de Francia con precios muchos más bajos que los suyos.
Sus quejas se dirigen en particular contra el vino a granel que llega de España y que en la mayor parte de los casos se embotella en Francia para su comercialización.
Los viticultores piden a las autoridades francesas también ayudas para pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, la transformación de los préstamos garantizados por el Estado en créditos bonificados o medidas bancarias de apoyo para los problemas de tesorería.