Tras más de 25 años volando en parapente durante sus fines de semana y vacaciones de verano, Jaume Fornos decidió el pasado otoño abandonar su empleo en el mundo de la logística para concentrarse por completo en su pasión. Hace pocos días inauguró en Alforja el primer centro de vuelo en parapente de la demarcación, que abrirá de marzo a octubre y ofrecerá vuelos biplaza de iniciación y alto rendimiento.
Jaume Fornos lleva volando en parapente desde el año 1991. Cuenta con una titulación TD1 (Técnico Deportivo nivel 1) que le capacita para llevar a cabo vuelos biplaza. «Ahora –explica–, quiero poder vivir de lo que me gusta». En agosto dejó su empleo para volcarse en este proyecto: «Me gustaría vivir de esto, no hacerme rico. Lo que me gusta es compartir las emociones con la gente».
El Centre de Vol d’Alforja (CEVA) será la base de operaciones de Parapente Montsant, la empresa con la que Fornos llevaba a cabo hasta el verano pasado vuelos biplaza durante su tiempo libre. El pasado verano, Fornos realizó unos 150 vuelos. Ahora, «para poder vivir de esto, tendría que hacer unos 300 vuelos al año».
En la mente de Fornos está ofrecer una oferta de vuelos de proximidad. «Quiero hacer divulgación de la proximidad. No hace falta irse hasta el Pirineo para volar en parapente», explica. Para ello ha establecido alianzas con estamentos públicos locales y otras empresas (un parque de tirolinas en Porrera, otra de cursos de escalada en Arbolí, una de kayak en Siurana, alojamientos rurales, restaurantes...), con el objetivo de dar a conocer de forma global la oferta del territorio, para «ayudar a descubrir su naturaleza y su orografía», y para que el vuelo en parapente «se normalice y asimile a actividades como el senderismo, la BTT o las rutas a caballo».
La Mussara es su punto principal de despegue –aunque también ofrece vuelos personalizados desde el Montsant– y Alforja su pista de aterrizaje y centro de vuelo. Se trata de zonas de vuelo muy técnicas. Por eso, en su oferta hay básicamente dos opciones: los vuelos biplaza de bautismo (70 euros en fin de semana y 60 euros entre semana), dirigidos a personas que nunca han volado, y los vuelos biplaza de alto rendimiento (120 euros en fin de semana, 90 euros entre semana), orientados a la tecnificación de personas con experiencia en vuelo con parapente. En todos sus vuelos va incluido un reportaje gráfico.
«Al ser una zona muy técnica –explica–, no se pueden llevar a cabo cursos. Por eso hago vuelos biplaza pedagógicos». Se trata de vuelos «muy personalizados», dirigidos a personas «de entre 10 y 65 años». Cuenta Jaume Fornos que «la zona de costa ni la toco», y que huye de los portales de descuentos «tipo Groupon». La experiencia es para él un aspecto básico, y eso está reñido con la masificación y el trabajo a destajo.