231 personas murieron el año pasado en las carreteras catalanas

La seguridad es uno de los elementos que tenemos en cuenta a la hora de emprender cualquier viaje. Nuestra salud y la de los nuestros es algo innegociable a la hora de determinar qué medio de transporte utilizaremos y cómo lo haremos.

Las campañas de sensibilización de los gobiernos han conseguido que a día de hoy nos parezca prácticamente impensable subirnos a una moto sin casco o conducir un coche sin cinturón de seguridad. Pero aun así hay medidas que todavía no tomamos sufi- ciente en serio, como puede ser el uso de chalecos reflectantes para los ciclistas o no usar el teléfono móvil mientras conducimos. Estas son algunas de las razones por las que en el transporte viario sigue habiendo tantos siniestros. Según datos del Servei Català de Trànsit, el año pasado en Catalunya murieron 231 personas en las carreteras. Un dato estremecedor y que a pesar de todo es de las cifras más bajas desde que se toman datos a nivel catalán.

De estas 231 víctimas, 93 fueron usuarios de vehículos ligeros –mayoritariamente coches-, 62 de motocicletas, 18 de vehículos pesados o camiones, 9 de bicicletas y 5 de otro tipo de vehículos. El resto, 44, peatones víctimas de atropellos.

Unos datos que registran una mejora progresiva pero que aún están lejos de los esperados. En este sentido, la sensibilización a los conductores, la tecnología de los vehículos y la mejora de las carreteras ayuda, pero el hecho que todo dependa del factor humano hace que la mínima distracción se pueda convertir en fatal. Esto hace que el transporte por carretera sea el sistema que causa más víctimas, en comparación con otros medios de transporte. Y aquí el tren sale muy reforzado.

Seguridad ferroviaria

En los últimos años ningún pasajero de tren ha perdido la vida por accidente ferroviario en Catalunya. Un hecho que confirma la sensación de seguridad que históricamente ha transmitido este medio de transporte y que en las estadísticas globales siempre compite con el avión como sistema con menos accidentes y, por consiguiente, víctimas; ya sean mortales o de heridos.

Un informe publicado este 1 de diciembre por la Agencia Europea del Ferrocarril, con datos de 2015, indica que en el continente se registró la cifra más baja en décadas tanto en lo que se refiere a accidentes, víctimas mortales y heridos graves. A nivel español, entre 2006 y 2015 hubo una media de 0,2 víctimas mortales por cada millón de quilómetros recorridos. Una cifra por debajo de la media europea, situada en 0,3.

Números contundentes

231

víctimas mortales registró la red viaria catalana en 2016, 93 de los cuales fueron vehículos ligeros, mayoritariamente coches

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muertos en accidente de tren en Catalunya en el último año. Tampoco ningún pasajero murió en los años anteriores

Comodidad e inversiones

El tren es un medio para moverse seguro, efectivo, cómodo y económico. Una vez en él el pasajero puede aprovechar el tiempo para descansar, relajarse, estudiar, trabajar o disfrutar de un rato de ocio viendo una película o leyendo un libro. O simplemente, conversar con los acompañantes. Unas situaciones difíciles de repetir con tranquilidad dentro de un vehículo, por ejemplo.

Estas son algunas de las razones que explican porqué en Espa- ña el año pasado Renfe registró un incremento del 1,5% del número de viajeros de tren, según el Instituto Nacional de Estadística. En concreto se llegó a los 580 millones de pasajeros, incluyendo Cercanías, Media Distancia y AVE. Esta última modalidad, la de la alta velocidad, incrementó su volumen un 4,8%.

Una mejora que en buena parte está motivada por las inversiones en infraestructuras y en el servicio. Más moderno y mejor equipado. Un ejemplo es la accsibilidad. En Rodalies de Catalunya el 50% del parque ferroviario está preparado para personas con problemas de movilidad gracias a una inversión el año pasado de 28,2 millones de euros. A esta cifra se tiene que añadir los 22,5 millones invertidos en la regionalización de 18 unidades 447 y los cerca de 100 millones de euros que mejorarán la accesibilidad de 39 estaciones de Rodalies de Barcelona.

Estos trenes remodelados presentan un nuevo coche situado en medio del convoy y dispone de una puerta más baja para facilitar el acceso a personas de movilidad reducida. Además, se ha instalado un baño para PMR situado en la zona baja del coche, y un espacio reservado para personas que viajen en silla de ruedas.

Todo ello hace que el ferrocarril sea un sistema de transporte de futuro, adaptado al siglo XXI pero con capacidad de mejora. Otro punto a favor es su escaso impacto medioambiental, muy inferior al de los vehículos. Unos vehículos que a pesar de las iniciativas para remodelar el parque hacia uno más eléctrico, necesita tiempo para consolidarse. Esta situación empezará pronto a crear problemas, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, donde el ayuntamiento ya ha anunciado que los días que haya episodios de contaminación importantes los coches antiguos no podrán circular por las carreteras.