Cambio climático
El Govern propone reducir un 31% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a 1990
La Generalitat rebaja las exigencias del CECC y pone el foco en industria y energía, pero suaviza los recortes en agricultura y ganadería

Polo petroquímico de Tarragona.
El Govern de la Generalitat prevé reducir un 31% las emisiones de gases de efecto invernadero en Catalunya en 2030, en comparación con los niveles de 1990. Esta es la propuesta que el Govern tiene previsto aprobar este martes en el Consell Executiu, como parte de los nuevos presupuestos de carbono para el periodo 2026–2030. Según el documento, Catalunya podrá emitir como máximo 161,6 millones de toneladas de CO₂ equivalente durante ese quinquenio.
La propuesta rebaja los objetivos planteados por el Comitè d’Experts sobre el Canvi Climàtic (CECC), que recomendaba una reducción del 67% para 2035. Además, el Govern plantea un horizonte temporal más corto, hasta 2030, y exige menores recortes a sectores como la agricultura y la ganadería.
Residuos, energía y servicios: los sectores que más deberán reducir sus emisiones
La hoja de ruta del Govern establece una reducción sectorial desigual respecto a los niveles de 1990. El ámbito de los residuos será el que más reduzca sus emisiones (−57%), seguido por la energía (−50%), los servicios (−45%) y la industria (−33%).
En el ámbito residencial, la reducción prevista es del 29%, mientras que en la agricultura y ganadería se fija en un 22%, y en el transporte, en apenas un 19%.
En cuanto al reparto de emisiones permitido hasta 2030, la industria lidera con 54,7 millones de toneladas, seguida del transporte (50,4 millones) y la agricultura y ganadería (20,5 millones). A continuación, se sitúan la energía (17,4 millones), el ámbito residencial (7,8 millones), los residuos (6,5 millones) y los servicios (3,9 millones).
Paneque destaca la necesidad de actuar en transporte e industria
La consellera de Territori, Habitatge i Medi Ambient, Sílvia Paneque, ha subrayado que los esfuerzos deben centrarse especialmente en los sectores con mayor volumen de emisiones: el transporte y la industria. En el primer caso, el Govern apuesta por potenciar el transporte ferroviario, fomentar las flotas eléctricas tanto privadas como interurbanas y desplegar una red de puntos de recarga en todo el territorio.
En el ámbito industrial, Paneque ha puesto en valor los avances que ya están realizando muchas empresas, como la captación de CO₂, la mejora de la eficiencia energética o el impulso de la autosuficiencia energética mediante tecnologías limpias.
El Govern modera las exigencias al sector agrícola
Respecto a las diferencias con el CECC, destacan especialmente los recortes menos ambiciosos en industria (−33% frente al −51% recomendado) y en agricultura y ganadería (−22% frente al −33%).
Paneque ha justificado esta rebaja señalando que exigir una reducción mayor al sector primario “no es posible ni factible” en el horizonte de 2030, dada la estructura y dimensiones de muchas explotaciones ganaderas en Catalunya.
Además, el Govern defiende que ha fijado el plan hasta 2030 (y no hasta 2035 como propusieron los expertos) porque esa es la fecha límite que marca actualmente la Unió Europea. Las medidas posteriores dependerán de los nuevos objetivos comunitarios que se establezcan para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Trámite parlamentario pendiente
La propuesta deberá pasar por el Parlament de Catalunya, ya que la llei catalana del canvi climàtic establece que los presupuestos de carbono deben ser aprobados por la cámara. Sin embargo, la normativa no concreta el procedimiento, por lo que el formato está todavía en debate.
Una de las opciones sería realizar un pleno monográfico con votación de propuestas de resolución sobre el documento, lo que permitiría modificar las cifras planteadas inicialmente por el Govern. La decisión final sobre el trámite corresponderá a la Mesa del Parlament. Una vez aprobados, será el CECC quien evaluará anualmente si se están cumpliendo los objetivos marcados.
Las emisiones bajaron un 5,5% en 2023
En paralelo, Catalunya redujo sus emisiones un 5,5% durante el año 2023, lo que supone dos millones de toneladas menos de CO₂ equivalente respecto al año anterior. Por primera vez, las emisiones se situaron por debajo de los niveles de 1990.
Todos los sectores registraron descensos, destacando la industria (−9,4%), la producción y transformación de energía (−8,8%) y el ámbito residencial (−11,7%), debido a una combinación de menor actividad económica, mejoras en eficiencia energética y condiciones meteorológicas favorables.
También hubo reducciones, aunque menores, en el transporte (−2,5%), los residuos (−6%) y la agricultura y ganadería (−0,7%). Las emisiones per cápita alcanzaron su mínimo histórico, con 4,82 toneladas por habitante, y la intensidad de emisiones por unidad de PIB bajó hasta los 145,3 gramos de CO₂ equivalente por euro.