Rajoy anima a consumir productos catalanes

El Gobierno está satisfecho por el modo en el que está funcionando la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya. No ha habido, hasta la fecha, rebelión de funcionarios. Todos los partidos reconocen las elecciones autonómicas convocadas por Mariano Rajoy tras destituir al Govern. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, junto al resto de los miembros de la Mesa de la cámara han asumido ante el Tribunal Supremo las decisiones del Consejo de Ministros. A ojos de la Moncloa, se está produciendo «una vuelta al orden constitucional». Y bajo ese prisma, el jefe del Ejecutivo hizo un llamamiento a las empresas con sede en Catalunya para que no se marchen a otros territorios.

Rajoy, que clausuró en Barcelona el acto de presentación de Xavier García Albiol como candidato del PP a los comicios del 21 de diciembre, insistió una vez más en que si ha recurrido a un mecanismo tan excepcional como la intervención de la comunidad autónoma no fue por voluntad propia sino porque el Gobierno de Carles Puigdemont no le dejó otro remedio. Pero defendió que con ello se ha abierto una oportunidad para volver a «la normalidad». «Podremos conseguirlo si la mayoría silenciosa convierte su voz en voto -animó-; esa mayoría silenciosa o silenciada que ha salido a la calle en las últimas semanas y ha demostrado al mundo su afán de concordia».

Afirma que la aplicación del 155 ha servido para volver «a la normalidad» en Catalunya

Mientras ese momento llega, reclamó confianza no sólo a las empresas, también a los ciudadanos. Aseguró que el Gobierno seguirá haciendo lo que esté en su mano porque Catalunya no se resienta de la incertidumbre economica y prometió que defenderá con ímpetu la lastrada candidatura de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento y peleará por la celebración de ferias internacionales como el Mobile World Congress. «A los de ‘independencia o independencia’ les responderemos con Constitución, estatuto y ‘seny’», dijo.

Rajoy hizo además un llamamiento al conjunto de los españoles para no participen de esas campañas de boicot que ya afectan a productos de empresas radicadas en Catalunya. El presidente del Gobierno pidió que nadie caiga «nunca» en esa actitud. «Es urgente abrir una nueva etapa para que los catalanes no tengan que abonar la factura después de haber padecido la fractura», reclamó.

Educar «para compartir»

No hubo, en todo su discurso, ninguna apelación específica a Puigdemont ni al líder de Esquerra Republicana aunque sí rebatió de manera implícita, un día después de la manifestación masiva que el sábado recorrió las calles de Barcelona, que en España haya ‘presos políticos’. 

«España es una democracia, se puede defender cualquier idea, se puede ser incluso independentista -argumentó- pero los independentistas también están sometidos a las leyes». Tampoco dijo nada concreto sobre la comisión para la evaluación territorial que, en principio, se constituirá en el Congreso el próximo día 15 para estudiar una posible reforma de la Constitución y con la que populares y socialistas pretenden encauzar la situación política catalana. Sin embargo, sí defendió que en las próximas semanas hay que hacer «un esfuerzo para fortalecer nuestros vínculos, limar diferencias y asentar la convivencia».

Además, apenas dos días después de que el ministro de Educación abriera la puerta a que en ese foro parlamentario se analice la recuperación de alguna competencia autonómica, Rajoy hizo una loa a «la Catalunya mestiza que ha contribuido al bienestar».