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Conflicto laboral

El Ayuntamiento de Cambrils es una olla a presión: la plantilla retoma las protestas y la oposición pide cabezas

Tras aprobar el primer paro de la administración para el 1 de diciembre, los trabajadores vuelven a manifestarse en el salón de plenos. Klein defiende la gestión de su gobierno y asegura que «sacaremos adelante» la crisis laboral, mientras la oposición carga contra la «falta de organización»

Los trabajadores del Ayuntamiento de Cambrils han vuelto a llevar sus demandas al salón de plenos, con una protesta silenciosa.

Los trabajadores del Ayuntamiento de Cambrils han vuelto a llevar sus demandas al salón de plenos, con una protesta silenciosa.Alba Mariné Torrell

Iván Alcalá Rubio

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El conflicto laboral en el Ayuntamiento de Cambrils va camino de enquistarse. Ocho meses después del cambio de gobierno, la falta de avances en materia de personal ha llevado a los trabajadores municipales a aprobar una convocatoria de huelga. Los sindicatos denuncian el «incumplimiento sistemático» de los acuerdos de la mesa de negociación y lamentan que «la situación es igual o peor que hace un año». En el pleno extraordinario celebrado este viernes -el cuarto en cinco semanas-, han vuelto las protestas silenciosas para exigir mejoras en sus condiciones. El alcalde, Oliver Klein, ha defendido la gestión de su gobierno en materia de recursos humanos, mientras desde la oposición han disparado e incluso han pedido el cese de la concejal de Personal.

Aunque hace unos meses, la Junta de Personal decidió aparcar las manifestaciones, el enfado entre la plantilla ha vuelto con más fuerza. Ahora, han anunciado una primera jornada de huelga, que tendrá lugar el 1 de diciembre, y una segunda, para el 6 de marzo de 2026, coincidiendo con el primer año de alcaldía de Oliver Klein. Esta segunda convocatoria se producirá, avisan desde los sindicatos, «si no se producen avances reales en la resolución del conflicto laboral».

Durante el pleno celebrado este viernes, medio centenar de trabajadores municipales han vuelto a manifestarse de forma silenciosa durante 15 minutos. Con carteles en las manos donde exigían «dignidad laboral», «hechos y no promesas», «cobrar puntualmente» o «basta de incumplimientos en materia de personal», un grupo de empleados ha entrado en el salón de plenos mientras se debatía la aprobación de un complemento para la Policía Local. 

Este complemento de productividad lo cobrarán los agentes por la prestación de servicios en Semana Santa y durante el período de verano. Se trata de un pago de 600 euros para los años 2024 y 2025. Aunque todos los grupos, salvo los Comuns, han votado a favor de introducir este complemento, la oposición ha aprovechado el punto para cargar contra la gestión de personal del gobierno de Klein. Critican que se trata de un «parche» que no pone solución al conflicto y acusan al gobierno de no cumplir con los trabajadores.

«Estamos viviendo unos hechos graves e inauditos», ha denunciado la portavoz de ERC, Neus Cárdenas. «Tendrían que avergonzarse de que una administración pública como este ayuntamiento vaya a la huelga», ha señalado, asegurando que el equipo de gobierno se dedica a «lanzar cortinas de humo», en lugar de «solucionar el día a día». «No planifican, no organizan, no hablan entre ustedes. Hay una falta de liderazgo por parte del alcalde y no tienen credibilidad», ha lanzado.

Mientras, Teresa Recasens, del grupo municipal de Junts, ha reclamado un cambio de rumbo y la contratación de «un profesional» para que revierta la situación. «Que alguien que sepa coja las riendas de este problema, que es el más grande que tiene el Ayuntamiento de Cambrils. Sin el personal, las cosas no se hacen», ha dicho.

«Mienten a sus trabajadores para mantenerlos contentos y callados, pero la situación ya es insostenible e inaceptable», ha criticado Isabel Segarra, portavoz de Vox, que ha denunciado que el complemento de productividad aprobado este viernes es «un pegote» y «nulo de pleno derecho». 

El portavoz de Cambrils en Comú, Jordi Barberà, ha sido el más beligerante contra el equipo de gobierno y ha planteado el cese de la concejal de Personal, Mar España (NMC), «si no es capaz de revertir esta situación». Barberà ha acusado a Klein de llevar una «política errática en la gestión de personal y en toda la organización administrativa de este Ayuntamiento». Ha hablado también de «incompetencia, engaños constantes» y «maniobras perversas para eternizarse en el poder». «Se está produciendo una situación de colapso, por mucho que nos quieran vender brotes verdes», ha alertado.

Por su parte, Oliver Klein ha manifestado su «absoluta confianza» en la labor de Mar España al frente del área de Recursos Humanos. «Todo no se puede solucionar a la vez, se tiene que hacer por partes», ha justificado, asegurando que «el proceso es difícil y largo». Asimismo, ha defendido que «trabajamos mucho, sabemos lo que hacemos y estamos convencidos de que lo sacaremos adelante». «Los trabajadores tienen derecho a manifestarse, pero nosotros no dejaremos de hacer nuestro trabajo», ha expresado.

«Cuando llegamos al gobierno, nos marcamos una hoja de ruta que suponía sacar muchos problemas que vienen del pasado», ha defendido España, que ha asegurado que «estamos haciendo limpieza desde el principio para que esto no vuelva a pasar». «No gusta porque es una vía más lenta, pero nosotros seguiremos firmes y seguiremos trabajando para conseguir la solución correcta y que -los problemas de personal- no siga siendo una bola que mandato tras mandato se haga más grande», ha expresado la máxima responsable de los recursos humanos en el consistorio. 

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