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El castillo de Colditz, en Alemania, fue una de las que debían ser prisiones de los nazis de máxima seguridad. Pero allí se encerró a los más veteranos y expertos en fugas. Hubo 31 escapadas y con todos los métodos imaginables. Desde túneles en las rocas a descolgarse con sábanas por las ventanas. Incluso los prisioneros de las fuerzas aéreas británicas construyeron un planeador para huir de la fortaleza.
La de la cárcel con múltiples vías de escape es una de las ‘10 historias apasionantes de la Segunda Guerra Mundial’ que el investigador Pere Cardona y el director de cine Laureano Clavero han recogido en un libro. La obra es el resultado de 10 años de investigaciones sobre el terreno, archivos, entrevistas.
Poco conocidas
Lauraeno Clavero, director de cine y uno de los autores del libro, es de Segur de Calafell. Apasionado de la investigación sobre la Guerra Mundial, explica que «se han escogido historias sorprendentes poco conocidas y otras de las que hemos tenido acceso directo a descendientes».
El trabajo presenta enigmas e historias poco conocidas de la Segunda Guerra Mundial que han quedado ocultas. Como la historia de los soldados que al estrellarse su avión en el valle del Shagri-La, quedaron en una zona de tribus caníbales. Era 1945 y la Guerra había finalizado. Los soldados no podían ser rescatados ya que no podía aterrizarse, pero se desarrolló una misión de rescate.
Diario de Peter Brill
Algunas historias están documentadas e incluso han sido llevadas al cine. Otras son fruto de una investigación directa que también han motivado libros y vídeos como El diario de Peter Brill, el piloto nazi al que se entrenó para bombardear Nueva York.
Clavero mantuvo encuentros con Brill y llevó su historia al libro y a la pantalla. «Esas historias narradas por personas que las vivieron de forma directa no podían quedar relegadas», señala el director de Calafell.
Mafia y agentes secretos
El libro presenta historias y enigmas, que van desde cómo la mafia norteamericana ayudó a los aliados durante la Guerra, al misterio de submarino alemán U-234, cuya única misión fue intentar entregar uranio a los japoneses.
Los pasos del agente secreto del III Reich, Gustav Einckenberg en un pequeño pueblo de la costa argentina y los desembarcos clandestinos de submarinos nazis esas playas, con testimonios recogidos por los autores de ‘10 historias apasionantes de la Segunda Guerra Mundial’, son otras de las historias.
Junker 88 en el Pirineo
También las pericias de joven partisano croata que, al finalizar la guerra, huyó hacia Buenos Aires perseguido por los temibles Servicios Secretos Yugoslavos. O las del piloto alemán accidentado en los Pirineos catalanes bordo de un Junker 88 en una noche de verano de 1944.
