La agente de los Mossos herida en Cambrils: 'En ese momento pensé que me quedaba allí, muerta'

La testigo al juicio del 17-A recuerda un "silencio aterrador" y explica que todavía tiene estrés postraumático

23 noviembre 2020 11:56 | Actualizado a 23 noviembre 2020 12:02
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La agente de los Mossos que fue herida en el ataque terrorista de Cambrils la madrugada del 18 de agosto de 2017 ha atestiguado este lunes en la Audiencia Nacional y ha explicado que temió por su vida. "En ese momento pensé que me quedaba allí, muerta. Cuando me levanté no sabía si era un sueño", ha recordado. El agente ha declarado como testigo protegido. La mosso d'esquadra relató cómo el vehículo Audi A3 con los cinco miembros de la célula de Ripoll que fueron abatidos esa noche se dirigió directamente hacia ellos e impactó contra sus piernas. "Me pasa por encima sin que pueda hacer nada. A continuación pierdo el conocimiento", recuerda, y dice que aún tiene secuelas psicológicas.

"Lo siguiente que recuerdo es estar tumbada en el suelo, intento levantarme", dijo el agente que cumplía tareas de seguridad ciudadana en Cambrils. Con sangre en la cabeza y sin un zapato, ve "a una mujer tendida en el suelo" y en individuos también en el suelo con "una especie de cinturón cogido el torax con botellas de plástico y papel de aluminio" pegados al cuerpo. "Es en aquel momento que veo claramente que fue un atentado en toda regla" y "saco el arma y comienzo a disparar" cuando uno de ellos se mueve, explicó.

"Veo otro individuo que me pasa por el lado, continúo disparando y me quedo sin munición". Otro de los atacantes se le presenta por delante y ella le pide que no avance más. Él habla, pero no puede sentir que dice que le "pitaban los oídos" por el impacto.

A partir de ese momento, recuerda sentirse "mareada" y no vio a su compañero, que abatió a cuatro de los terroristas. "Se podía escuchar un silencio aterrador", afirma. El agente herida comunica por radio a los Mossos que "ha habido un atentado, tiroteos" y que está herida. Pide una ambulancia.

"Veo que empieza a llegar gente del Paseo Marítimo". Entre ellos un hombre con una herida en la cara. "Le digo que no se preocupe, que los servicios de emergencia están llegando. Intenté tranquilizar a las personas heridas", explica. Un compañero de los Mossos que llega de refuerzo la lleva en coche a que le atiendan los servicios médicos.

La testigo al juicio del 17-A ha explicado que estuvo una semana ingresada en el hospital. Tenía un traumatismo craneoencefálico y rotura de tibia y esguince de tobillo. Tres años después aún tiene estrés postraumático por los hechos y recibe atención psicológica y psiquiátrica.

Ha sido reconocida por un juzgado de Tarragona con una incapacidad permanente. Está de baja y no trabaja como mozo de escuadra. "No puedo hacer cosas que hacía antes", ya que tiene que "lidiar con la ansiedad". "Me estresa tener que correr, es como una amenaza para mí", ha dicho. "Cuando tienes niños pequeños a cargo, se pasa mal", ha afirmado.

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