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El niño de tres años que perdía la vida el lunes a primera hora de la mañana en el domicilio de sus abuelos fue por muerte súbita. Así lo certificaron ayer los médicos forenses tras realizar la autopsia del pequeño. Las conclusiones del caso inmediatamente cierran las diligencias previas, puesto que se trata de una muerte biológica.
Cabe recordar que la trágica noticia se conocía a media mañana del lunes y corrió como la pólvora por el núcleo turístico de Vila-seca. El menor estaba ligeramente costipado, pero por la mañana su padre lo encontró incosciente. Mientras llamaban al 112, lo llevaban al piso de sus abuelos y empezaba la reanimación.
El aviso activó a dos ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), una de ellas medicalizadas, dada la gravedad de la alerta. Según fuentes sanitarias, los vehículos llegaron al domicilio de esta familia en menos de diez minutos. Cuando el médico llegó al piso donde estaba el niño el padre seguía con las técnicas de reanimación y lo relevaron. Desafortunadamente no pudieron reanimarle.
La muerte del niño en La Pineda activó automáticamente una investigación judicial –el magistrado ha abierto diligencias previas–para esclarecer las circunstancias de lo ocurrido. Es el protocolo que se activa siempre que se produce una muerte no habitual. Tras conocerse el resultado de la autopsia, el caso ha quedado cerrado puesto que el certificado dice que es una muerte biológica.
La familia del pequeño está hoy en el tanatorio y se espera que mañana se celebre el funeral.
