Nuevas fotos: Así eran los ‘cinturones bomba’ de los terroristas de Cambrils

Un informe de los Tedax revela la similitud de los cinturones falsos de Cambrils con bombas reales usadas en otros ataques. Los terroristas tenían un alto conocimiento. Los expertos desconfiaron hasta el final

09 agosto 2018 19:23 | Actualizado a 11 septiembre 2018 12:33
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Un informe del servicio central de desactivación de explosivos de los Mossos incluido en el sumario de la investigación del 17-A, al que ha tenido acceso el Diari, revela el alto nivel de credibilidad que tenían los cinturones con bombas que llevaban los cinco terroristas abatidos en Cambrils. 

A pesar de ser simulados, el aspecto realista de estos explosivos, técnicamente denominados hoax –engaño en inglés–, llamó la atención de los expertos en la materia. «La similitud que presentaban con los artefactos explosivos improvisados reales que se utilizan en otros incidentes de nivel internacional como el ataque al Museo del Bardo a Túnez, los ataques de París o Bruselas entre otros, hacen que la amenaza sea creíble», desgrana el informe de Mossos. Por lo tanto, no fue sencillo averiguar en la noche de la masacre que el material con el que amenazaban los atacantes era falso. 

A pesar de que no disponían de ninguna carga explosiva, los cinturones generaron terror y permitieron coaccionar a las personas con las que se encontraban. La elaboración de los cinco cinturones denota que «los autores tenían conocimientos» sobre como se fabricaba un artefacto de este tipo, pues se empleó para ello «material usado previamente en la fabricación de este tipo de artefactos reales en atentados anteriores consumados». 

Y sigue el sumario: «Otro elemento que evidencia los conocimientos de los terroristas en relación a estos IED –así se denomina este tipo de bomba, por las siglas internacionales de ‘artefacto explosivo improvisado’–, es en la forma en que estos los llevaban puestos, ya que los tenían adheridos a la cintura del tronco del cuerpo y con el elemento de activación cogido en el interior de la mano». En las imágenes se puede ver la colocación de estos dispositivos, que incluso para los expertos mostraban una apariencia muy parecida a la real.

«El grado de similitud a un IED era tanto que incluso muchos detalles como la hipotética circuitería eléctrica vista desde el exterior era conforme a lo que este tipo de bomba podría llevar e incluso el pulsador para activar la carga y producir la explosión, realizado de forma artesanal, pudiera producir confusión». En el coche también se encontraron simuladores de pulsadores y activadores de bombas. 

«Total credibilidad»

La investigación habla en todo momento de «artefactos a priori veraces que hicieron que la amenaza resultase auténtica» y a los que «se les dio total credibilidad». De hecho, hasta el último momento, los expertos no tuvieron la certeza total de que los artefactos eran simulados por completo y de que no había ninguna amenaza latente de más gravedad. 

Así reza el texto de los Mossos d’Esquadra: «Cuando los técnicos en desactivación van descubriendo que los elementos de confección son falsos, genera tal desconfianza en los mismos que llevan a pensar que es un engaño para distraerlos y que estos llevarán en otra parte el IED real que se activará al intentar neutralizar o retirar el IED simulado». 

¿Pero cómo estaban hechos estos dispositivos? Cada cinturón tenía tres paquetes envueltos en papel de alumino tipo manta térmica. Estaban conectados entre ellos con tiras de cinta adhesiva gris de alta resistencia, comúnmente llamada ‘cinta americana’. Otros elementos simulaban la conexión eléctrica entre paquetes y añadían realismo al acabado.  

Cuchillos y hachas

Pero no sólo ese material sirvió para intimidar y sembrar el pánico aquella fatídica madrugada en la villa marinera, en plena temporada alta. Los yihadistas, que en su acceso al paseo de Cambrils entraron atropellando a varias personas hasta que volcaron tras chocar con un vehículo policial que hacía un control, abandonaron su coche armados con cuchillos y hachas, gritando consignas en árabe y dirigiéndose a los policías, según narra la investigación. Varias fotografías de todo ese material también forman parte del sumario, que se hizo público parcialmente la semana pasada. 

Los Mossos d’Esquadra también inspeccionaron el vehículo en busca de explosivos, que no hallaron. Eso sí, «se encontraron tres productos que además de su uso lícito pueden ser utilizados como precursores de explosivos»: un saco de carbón para barbacoas, una garrafa de fertilizante líquido y otra con el nombre de un fabricante de abono, según desgrana el informe de la policía catalana incorporado al sumario. 

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