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Todo comenzó cuando un grupo de vecinos coincidió en la afición de montar el pesebre en casa. «Compartíamos la afición y las ideas de cómo trabajar paisajes, figuras, construcciones...», recuerda Xavier Mercadé, uno de los fundadores del Grup Pessebrista del Vendrell, que cumple 30 años.
De aquel grupo surgió la idea de crear dioramas, unas maquetas que recrean paisajes y escenas al mínimo detalle y que están inspiradas en la Navidad. Aquel primer año se hicieron 8 dioramas. Esta Navidad la sala de la Fusteria de El Vendrell (calle Major, 16) ya acoge 16. Y porque falta sitio.
Las obras muestran obras de un gran detalle. Pero sobre todo cómo la tradición está arraigada y actualizada. Del diorama de Jaume Esteve, que tiene 93 años y fue uno de los fundadores del Grup Pessebrista al que han realizado tres amigas de 9 años. O el de Joan Marc Ferret que incorpora personajes de Star Wars.
La exposición de dioramas de El Vendrell es una de las más visitadas del año en la localidad. Hay días en los que pueden llegar a pasar por la sala unas 500 personas. Está abierta hasta el 6 de enero. Xavier Mercadé señala que «vienen colegios, grupos y muchos vecinos. Hay quien después de ver estas obras se anima».
También hay varios pesebristas que trabajan en una creación, lo que hace que se compartan experiencias y se logren trabajos espectaculares ante los que se pueden estar minutos para captar cada detalle. Incluso al volver a verlo se descubren nuevas visiones.
La creación de dioramas cada año tiene más aficionados. «Hay quien trabaja en la obra durante todo el año. Mostrando un paisaje de sus lugares de origen, haciendo incluso las figuras para que estén en consonancia de los paisajes....
¿Y cuando se acaba la Navidad? «Pues se desmonta», señala Mercadé. «No puedes guardar en casa todas las creaciones que hagas. Pero eso está asumido. Ya piensan en cómo superarte en el próximo». De momento se lucen los que los pesebristas han elaborado para esta Navidad. Perspectivas, detalles del interior de las viviendas, paisajes rocosos y todos ellos con sus personajes más precisos.
Los artesanos señalan que es una afición que relaja y que obliga a ejercitar la mente para lograr perspectivas y crear las piezas ajustadas para la creación. Casi una terapia para la tranquilidad y la evasión mental. «Pero también fomenta la relación entre vecinos. Hay quienes prefieren colaborar en una obra conjunta».
Los 16 dioramas que se pueden ver este año en la exposición muestran la evolución de 30 años de creaciones navideñas en esos pequeños cajones. El Grup Pessebrista del Vendrell señala que con 30 años de historia y con las creaciones debería plantearse habilitar un espacio permanente en el que se mostrase la que es una de las tradiciones del municipio.
