Una llamada al teléfono 112 poco antes de las 13 horas alertaba del avistamiento de un cuerpo inerte flotando a unos 50 metros de la Platja del Canyadell, ubicada en el término municipal de Torredembarra pero fronteriza con Altafulla.
Agentes de la Guardia Civil, Policía Local de Torredembarra y Altafulla, Mossos d’Esquadra y una ambulancia del SEM (Emergències Mèdiques) se personaron allá tras el aviso para recuperar el cuerpo del agua e iniciar las diligencias para ver qué había ocurrido.
La patrullera de la Guàrdia Civil, acompañada de la moto de agua de la empresa de socorrismo que trabaja en la Platja del Canyadell –Altesport–, fueron en busca del cuerpo, que flotaba boca abajo y desnudo a poco más de 50 metros de la orilla, según confirmaron fuentes de la investigación.
Tras subirlo a bordo, la patrullera de la Benemérita se acercó a la orilla para dejar el cadáver en manos de los forenses y de la unidad científica de los Mossos d’Esquadra.
A primera vista, el cuerpo no presentaba signos de violencia y su hinchamiento indicaba que llevaba varias horas en el agua. Incluso la posibilidad de unos tres días, han explicado al Diari fuentes de la investigación. Algún moratón en la cara, posiblemente postmortem, eran los únicos signos a primera vista que indicaban que el cuerpo quizá golpeó las rocas cercanas a esta playa, según las primeras hipótesis. El deterioro de sus yemas imposibilitó sacar huellas dactilares en la misma arena.
Al ir desnudo, la identidad del cadáver todavía es una incógnita y desde Mossos se admitía ayer que «no tienen constancia de personas desaparecidas de menos de 72 horas que pudieran encajar en el perfil de la persona localizada en el mar». Podría ser que en el agua se perdieran parte de sus ropajes o que el cuerpo ya estuviera desnudo cuando entró en contacto con el agua.
Aunque el cadáver fue avistado en alta mar –competencia de la Guardia Civil–, al final se decidió una vez dejado en la arena que fuera la Policía Científica de los Mossos la que abriera diligencias del caso y llevara la investigación. El cuerpo se trasladó pasadas las tres de la tarde hasta el Tanatorio de Tarragona, donde hoy se le practicará con toda probabilidad la autopsia. El cadáver se levantó poco antes de las tres de la tarde por orden de la forense del Juzgado de El Vendrell.
De momento, todas las hipótesis sobre la muerte de este varón de entre 30 y 50 años están abiertas, desde un posible suicidio a un ahogamiento o incluso algún tipo de violencia que a primera vista ayer no se detectó (el deterioro del cadáver hacía difícil afirmar con rotundidad ciertas opciones). Tras conocer la existencia del cadáver y la falta de ropa, se peinó la zona de acantilados de Torredembarra por si hubiera alguna ropa tirada que pudiera tener relación.
Bandera amarilla por algas
Aunque el día amaneció nublado, en la Platja del Canyadell y en la de la vecina de Altafulla había algunos bañistas. La empresa responsable de salvamento y socorrismo había izado la bandera amarilla, no por oleaje y mala mar, sino por la presencia de algas, informaron ayer fuentes de Protecció Civil.