Los retos de Salou para el 28M: El modelo de Eix Cívic y la concesión de la basura divide a los partidos

En los últimos cuatro años, Salou ha visto por fin cómo se han puesto en marcha algunos de los grandes proyectos de ciudad que llevaba años y años esperando. La desaparición de los trenes por el centro y la canalización del barranco de Barenys son las dos actuaciones más importantes en marcha y dos de los puntos llamados a transformar el espacio urbano en los próximos cuatro años. Reordenar el espacio que quedará libre con la desaparición de las vías y reurbanizar el entorno del barranco una vez acaben las obras serán dos de las tareas más importantes a nivel urbanístico para el próximo equipo de gobierno. Mejorar servicios como la seguridad, la limpieza o el aparcamiento, ampliar el número de instalaciones deportivas o gestionar los fondos europeos concedidos son otros de los frentes abiertos.

El Eix Cívic sobre el espacio que dejará libre el desmantelamiento de la vía del tren, sin uso desde enero de 2020, ha sido uno de los temas del mandato y lo continuará siendo en los próximos meses. Todavía no hay una propuesta definitiva y cada partido ya se ha encargado de marcar perfil propio en un tema que ha levantado ampollas. Tras paralizar el año pasado su tramitación ante las quejas vecinales, reordenar urbanísticamente toda la zona será una de las claves del próximo mandato. Más aún teniendo en cuenta que la Generalitat pretende que el tranvía se empiece a construir el año que viene y que ya circule por aquí a finales de 2026.

Tras las sonadas protestas en contra de edificar sobre el antiguo trazado ferroviario, las posturas entre el actual equipo de gobierno y los partidos de la oposición están más que confrontadas. Aunque todos comparten la idea de una avenida con zonas verdes y espacios de convivencia, la apuesta de Granados pasa por dotar el espacio también de un gran aparcamiento soterrado, bloques de viviendas y equipamientos como la nueva biblioteca, un museo o un espacio de coworking. Mientras, entre el resto de formaciones, la mayoría rechazan edificar y plantean redefinir la idea inicial con nuevos procesos de participación ciudadana.

Pelear la financiación

Más allá de dibujar el aspecto que tendrá la futura avenida que atravesará Salou de punta a punta, uno de los mayores retos que tendrá el próximo gobierno será conseguir la financiación para ejecutar la obra. Cabe recordar que hace más de diez años que el Ayuntamiento de Salou arrancó el compromiso de la Generalitat de financiar estos trabajos una vez dejaran de pasar los trenes por la línea de costa. La del Eix Cívic era una de las inversiones a las que se comprometió la Generalitat en las negociaciones para renovar el consorcio del CRT en 2013. Sin embargo, desde Barcelona todavía no han consignado ninguna partida específica, a pesar de que el Ayuntamiento ya le ha hecho llegar formalmente dos requerimientos en el último año. La cifra que reclama el consistorio asciende a 9 millones de euros, aunque el coste final de la obra dependerá del proyecto que se acabe definiendo.

Otro de los temas candentes a nivel municipal en los últimos meses ha sido la renovación de la concesión de la recogida de residuos y la limpieza viaria. El gobierno local ha admitido que la actual concesión presenta deficiencias y decidió acabar el contrato antes de tiempo para buscar una nueva empresa que se encargue. Para ello, estableció unas nuevas condiciones que suponían prácticamente doblar el presupuesto actual, con 110 millones de coste para los doce años de vigencia.

En contra de un informe del interventor municipal y de los partidos en la oposición, el equipo de gobierno sacó a licitación el servicio en marzo. Ahora, el Tribunal Català de Contractes ha paralizado el proceso sine die, a la espera de resolver dos recursos interpuestos en contra de las bases del concurso público. Cómo acabará el tema es una incógnita, pero sin duda la renovación del servicio será uno de los deberes obligados del gobierno que salga de las urnas.

Más policía

Los últimos sucesos que ha vivido la ciudad en el último año, con cuatro asesinatos con armas de fuego y armas blancas en la vía pública, ha puesto la seguridad en primera plana en esta campaña electoral. Todas las formaciones coinciden en reclamar más medios materiales y personales para dar respuesta a la seguridad ciudadana, sobre todo en temporada turística. Lograr que la Generalitat amplíe la plantilla de Mossos destinada a Salou o la prometida comisaría de Policía Local en el entorno de Carles Buïgas son dos de las medidas que siguen pendientes de ejecutar.

Entre los primeros cometidos del próximo gobierno estará la convocatoria de una nueva concesión de los chiringuitos de playa, que ya venció el año pasado. Tras no llegar a tiempo para esta temporada y tener que prolongarla un verano más, el tiempo ya corre para poder definir el futuro de estos negocios con una nueva imagen para los próximos años.

Asimismo, la gestión de los fondos Next Generation será otra de las prioridades a partir de junio. El Ayuntamiento ha recibido 11 millones de Europa en dos convocatorias diferentes para afrontar diferentes actuaciones encaminadas a la transformación turística. Sin embargo, para recibir esa financiación se deben cumplir los plazos y acabar las obras en 2026. Aquí se enmarcan actuaciones como dos nuevos aparcamientos disuasorios o la segunda fase de peatonalización de Carles Buïgas, ya encarriladas, y otras que todavía se deben afrontar como los proyectos de estabilización de playas, de mejora del alumbrado público o los corredores municipales de senderismo y cicloturismo.

A nivel urbanístico, uno de los retos que también se han encauzado y deberá culminar en el nuevo mandato es la redacción de un nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) para substituir al actual, tras 20 años de vigencia. La aprobación de este nuevo planeamiento debe servir para dibujar el Salou del futuro y las próximas zonas de desarrollo. En este sentido, el ámbito de Emprius, donde ya se ha proyectado una ciudad deportiva –que debe descongestionar las actuales instalaciones– y la estación de autobuses junto a la de trenes que construye Adif, será uno de los focos de atención.

Pero también el área de Barenys. Tras lustros de reivindicaciones, la Generalitat puso en marcha por fin el año pasado las obras para canalizar el barranco que desemboca en la playa de Ponent. Unos trabajos que acabarán el año que viene y que abren nuevas posibilidades de desarrollo para esta zona de la ciudad, que ganará una nueva centralidad con la desaparición de las vías.

Pero ahí no acaba todo. Hay otros proyectos en el aire que también requerirán una especial atención por parte del próximo gobierno local. Ahí están las anunciadas remodelaciones del Mercado Municipal o del puerto deportivo, aparcadas desde hace años, pero también equipamientos como el Xalet Fort o el nuevo edificio de servicios sociales.

¿Y Hard Rock?

Aunque no entra directamente en las competencias municipales, a nadie se le escapa que los próximos cuatro años serán determinantes para que la inversión de Hard Rock se convierta, o no, en una realidad. En el caso de que se acabe desencallando, una vez que la Generalitat apruebe definitivamente el Plan Director –previsiblemente el mes que viene–, todavía hay flecos sueltos tras más de diez años de tramitación. ¿Qué pasará con el reparto de impuestos con Vila-seca? ¿Y con el incremento de movilidad que generará el macroproyecto? ¿Cómo afectará este nuevo polo de atracción de trabajadores al ya de por sí saturado mercado inmobiliario?

La vivienda es precisamente una de las grandes preocupaciones para los y las salouenses y así lo han reflejado también la mayoría de formaciones políticas en sus programas. Incrementar el parque de vivienda social e impulsar políticas que faciliten el acceso a un alquiler para todo el año en Salou son cuestiones cada vez más urgentes.