30+3, que no es 33, sino eso: 30 más 3, los años que ha cumplido el Grup de Dones de Torredembarra. Vale, sí, son 33, pero sin contar los de ‘parón’ por la covid, este colectivo formado por, nada más y nada menos, que por más de 400 mujeres torrenses –alguna, de otros municipios del Baix Gaià– hace 30 que, paso a paso, ha conseguido un empoderamiento de las mujeres en el muncipio que, cuando nació la entidad, no existía.
Las que sí que exisitían entonces son muchas de las mujeres que hoy en día todavía acuden a las actividades que organiza el grupo. La presidenta, Rosa Maria Guasch, lo mira con nostalgia: «Muchas de las que comenzamos hace 30 años seguimos aquí y ya somos mayores, pero ¡oye! ¡Aquí estamos!». Sin embargo, Guasch no puede decir lo mismo de otras que se marcharon durante la pandemia... «Fue muy duro», recuerda apenada.
Pero ahora, habiendo visto la luz al final del túnel, el Grup de Dones de Torredembarra ha celebrado la vida. Y este año lo hace con un total de 14 talleres. «Lo pasamos genial», explica Rosa Maria Guasch, «y además siempre hacemos nuevas amistades». Unas amistades que se gestan en las actividades de pintura, informática, cocina, yoga o meditación, entre muchos otros.
Y, entre todos estos otros, ahora el Grup de Dones de Torredembarra ha puesto en marcha una nueva apuesta: el taller de arte foral y plantas. Bromeando, Guasch comenta que «yo, cuando compro una planta, la compro con el entierro pagado, porque se pone amarilla rápido y de repente, sin avisar, se muere». Ningún problema, «ahora, con este taller, aprenderemos cómo evitar esto».
Hoy, Sor Lucía Caram
El último acto que ha organizado el Grup de Dones de Torredembarra se lleva a cabo precisamente esta tarde, a las 19 h, en el Pati del Castell. Se trata de una conferencia que irá a cargo de Sor Lucía Caram, la monja dominicana que recibió la Creu de Sant Jordi 2018 por su compromiso con las personas más desfavorecidas como promotora de la Plataforma Ciudadana de Solidaridad, creada al Convento de Santa Clara de Manresa, y su vinculación con la Fundación del Convento de Santa Clara.
Conseguir atraer a Sor Lucía Caram no ha sido tarea fácil. La presidenta del Grup de Dones torrense recuerda que «llamé varias veces y me contestaba una monja mayor que no sabía de qué le hablaba. Yo pensaba, no vamos bien...», así que «me fui a Montserrat con mi hijo».
Una vez allí les recibió una monja «que dio la casualidad que había nacido el mismo día y año que yo». Estaban hablando con ella y de repente, ¡sorpresa! «Apareció». Todo lo demás fue hablarlo y concretar la cita de esta tarde. La entrada es libre.