Imprescindible Pau Casals

«Hoy se pone más en valor que nunca el legado artístico y de valores de Pau Casals», señaló el president de la Generalitat, Pere Aragonès. Y Pau Casals lo hizo «en momentos de alto riesgo». Pero jugó en favor de la democracia «contra los totalitarismos, fascismos y sus complicidades».

Por ello la inauguración de renovado Museu Casals de Sant Salvador en El Vendrell gana en valores. En febrero de 2021 cerró sus puertas para afrontar una profunda rehabilitación del edificio en primera línea mar pero también para una renovación museográfica.

Este miércoles Vil·la Casals ha reabierto. Más allá de la rehabilitación arquitectónica que recupera espacios tal y como estaban cuando Casals pasaba temporadas en la casa, el nuevo museo permite conocer todas las facetas del músico, violoncelista, director de orquesta y compositor, pero también humanista y comprometido con la paz y la igualdad.

El concepto museográfico combina la sensibilidad y la emoción con las últimas tecnologías de imagen y digitales que permiten conocer la obra y figura del maestro y su contexto histórico y social.

Pantallas táctiles que transportan a épocas, imágenes y sonidos que van calando en el visitante. Una combinación de tecnología y emoción de manera didáctica y que permite profundizar.

Es una renovación del relato y un nuevo espíritu con el inseparable hilo de la música «que transmite emociones y un mensaje», como explica la directora del museo, Nuria Ballester.

Una primera parte del nuevo aborda la música con audiovisuales interactivos muy lúdicos que permiten llegar a la sala de la música, donde se ofrece una audición, con la experiencia de haber conocido una imagen de Pau Casals.

Una segunda parte de la visita aborda el para qué Pau Casals utilizó su música. Para la igualdad y en contra de las injusticias. Incluso la silenció su violoncelo en protesta contra los totalitarismos.

Ejemplo

Pero ese compromiso le llevó a una proyección universal que le hizo ejemplo de paz y concordia en su encuentro con líderes y personajes mundiales. También a ofrecer un discurso en la sede de las Naciones Unidas que ha quedado como símbolo de concordia entre los pueblos y de reivindicación de Catalunya.

Conociendo esta faceta permite llegar a las salas del museo que muestran la vigencia del legado de Pau Casals hoy en día y cómo sigue siendo símbolo de paz.

Manuel Szapiro, director de la representación de la Comisión Europea en Barcelona, resaltó que Casals «representa los valores de la Unión Europea». Destacó que en un momento de una «brutal invasión de Ucrania», el músico «es un legado de paz y su ejemplo debe servir de inspiración».

«Pau Casals podría haber escogido otra vida, pero adoptó un compromiso con la paz y la democracia. El museo Pau Casals es un pulmón y una caja de resonancia de su legado» destacó Szapiro.

Remanso de tranquilidad

Esa casa en la playa de Sant Salvador era un remanso de tranquilidad para Pau Casals en la que era su playa y su mar. Por eso el museo también muestra ese cordón de unión de Pau Casals con Sant y con El Vendrell.

El museo añade la faceta de coleccionista de arte de Pau Casals con las pinturas del Vigatà y otras obras. Además de poder profundizar en el resto de la colección de la Fundació de manera digital. La visita acaba en una sala de descanso y donde el visitante puede relajarse y escuchar composiciones de Casals frente al mar.

«La música es la línea y es espíritu» destacó Manel Guasch Hurios, presidente de la Fundació y Padre Abat de Montserrat. «El nuevo museo hace explicable es espíritu del maestro. Pau Casals vivió plenamente y le dio sentido al compromiso pacífico, democrático y catalanista». El presidente de la Fundació destacó que se ha llegado a este momento gracias a la implicación que Pau Casals y Marta Casals tuvieron hace 50 años. Pidió que todos los que pasen por el museo «sean embajadores del legado» del maestro.

El alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, felicitó a todos los que han hecho posible la renovada apertura de Vil·la Casals y señaló que el museo es un referente de dimensión internacional y que da un impulso internacional al municipio.

La casa que emocionó a Pau Casals

La casa que acoge el museo Pau Casals la hizo construir el músico en 1910 en la playa de Sant Salvador. En su exilio el recuerdo de esa costa emocionaba a Casals. Era la playa donde el músico, siendo niño, iba con su madre y sus hermanos.

Es un edificio novecentista. La primera fase, del arquitecto Francesc Solà Gené, es de 1920. La segunda, de los años 30, fue encargada a Antoni Puig Gairalt.

Se proyectó una sala de conciertos, otra decorada con un conjunto de pinturas del siglo XVIII de Francesc Pla ‘el Vigatà’ y la sala del sentimiento.

Una ampliación permitió crear un espacio más público y un gran jardín con una galería de esculturas y un mirador sobre el mar. Pero Casals pudo disfrutar poco de la casa. Tras exiliarse en 1939 ya no regresó a una vivienda que definió como «la expresión y síntesis de mi vida de catalán y de artista».

Hace 50 años Pau Casals y su esposa Marta Casals crearon la Fundació que lleva su nombre. Uno de los objetivos era preservar el patrimonio de la casa de Sant Salvador. En 1974, un año después de la muerte de Pau Casals, abrió al público y en 1976 ya era museo.

En 1996 ya cerró para una rehabilitación y volvió a abrir en 2021. Ha sido 20 años después que la vivienda ha tenido una nueva importante intervención.

La casa es un edificio novecentista que en 2019 fue declarada Bien Cultural de Interés Local por parte del Ayuntamiento de El Vendrell y en 2020 fue distinguida como Museu d’Interès Nacional por la Generalitat de Catalunya. Hoy es uno de los mejores museos de Europa dedicados a un músico.

Las obras de rehabilitación han resuelto patologías en la arquitectura muy afectada por el paso del tiempo y estar frente al mar.

También se han renovado instalaciones de climatización, iluminación, sistemas de seguridad y técnicos. Destaca que se han recuperado elementos arquitectónicos y la fisonomía original tras una investigación que ha permitido incorporar detalles de decoración en techos y paredes tal y como estaban en la época de Pau Casals.

El presupuesto ha sido de 2,5 millones. La Generalitat a través del departamento de Cultura, la Diputació de Tarragona y el Ayuntamiento de El Vendrell han realizado aportaciones que han hecho posible la obra junto a una línea de financiación del programa Feder.