Nadie comprende el motivo. No han habido tensiones recientes, ni amenazas, ni quejas por molestias ni nada que pueda justificar los motivos de un violento ataque contra el casal de la urbanización de Calafell Park.
Sobre las cuatro de la madrugada de este martes la responsable del Casal ha recibido una llamada alertando de que del interior del bar salía humo y podría haber un incendio. Cuando la responsable del local ha llegado ha comprobado que en el interior había llamas y que una de las ventanas estaba rota.
Los bomberos han acudido en pocos minutos y han logrado sofocar el fuego. Pero con las llamas apagadas se ha podido comprobar lo sucedido.
Dos lanzamientos
Un individuo ha roto la ventana con un bidón de cerveza y en ese momento ha lanzado dos cócteles molotov al interior del local. Un primero ha caído junto a la barra. Pero un segundo se ha lanzado hacia el interior y ha llegado cerca de la cocina, que ha quedado muy dañada.
En este caso el elemento incendiario ha quedado cerca de las bombonas de butano. Los responsables del Casal de Calafell Park señalan que ha sido una suerte que todo el local no hubiese explotado extendiendo el fuego por la urbanización.
Cámaras
Los Mossos d’Esquadra han iniciado la investigación. Las cámaras de seguridad del local han capturado imágenes que muestran cómo un hombre con camiseta de manga larga, pantalones largos y cubierto con una capucha, ha roto el cristal con el bidón de cerveza y ha lanzado dos cócteles molotov.
El local ha quedado inutilizado y con importantes daños. El asaltante no ha accedido al local por lo que tampoco se ha tratado de un robo. Los responsables del Casal temen que el objetivo del ataque ha sido «quemar el local», pero no encuentran motivos.
El Casal de Calafell Park es un punto de encuentro de los vecinos. Además de ofrecer comidas en el establecimiento y para llevar, son muchos los que se reúnen pàra compartir ocio, ver la televisión o jugar a la cartas y otras actividades. Ahora el temor es que el responsable del ataque vuelva a intentar reventar el establecimiento.
Además de los responsables del Casal, el temor también es de los vecinos. El fuego de la pasada madrugada, de no haberse sofocado con rapidez, podría haberse extendido afectando a las zonas boscosas cercanas y a otras casas.
El Casal está gestionado por los vecinos desde hace años.
