La incertidumbre del puerto de la vieja térmica de Cubelles

La decisión que pueda tomarse para el futuro del puerto de la térmica de Cubelles preocupa por los efectos que tenga para las playas colindantes. Las posibilidad de desmontar total o parcialmente los espigones que llevan ahí 40 años va a suponer unos cambios en la dinámica litoral que deben calibrarse al detalle.

La decisión final está en manos del Ministerio de Transición Ecológica, pero Endesa, que fue quien colocó esas barreras de piedra para crear una toma de agua de refrigeración de la fábrica, ya ha presentado un informe que considera que lo que tendrá menos impacto es retirar sólo unos metros del espigón principal y el resto dejarlo tal y como está.

Pero la preocupación lleva al Ayuntamiento de Cubelles a encargar un estudio técnico especializado para analizar las diferentes propuestas y compararlo con el presentado por Endesa. El objetivo, en definitiva, es garantizar la supervivencia de las playas entre el puerto de la térmica y el de Segur de Calafell.

Tanto Calafell como Cunit están pendientes para analizar la solución más garantista de las playas. Los tres municipios han acordado trabajar conjuntamente ya que señalan que lo que está en juego es el futuro de sus arenales. La intención es consensuar una respuesta a la propuesta presentada por Endesa.

Los municipios solicitarán que cuando se llegue a una decisión sobre la opción escogida, se ejecute por tramos para dejar un margen de corrección si el resultado no es el previsto y la pérdida de arena es acelerada.

El puerto de la térmica está formado por tres espigones de rocas. Las opciones son dejarlos tal y como están, eliminar todo o quitar sólo algunos. La retirada de esas rocas liberará millones de m3 de arena retenidos en el interior de  la dársena que quedarán a merced de las mareas.

El Ayuntamiento de Cunit, en el límite con ese puerto, destaca el impacto que ha tenido para el litoral ya desde su construcción hace cuatro décadas y que motivó la práctica desaparición de las playas cunitenses, lo que obligó a levantar los espigones actuales paralelos a la costa.

Esos característicos espigones han configurado unas singulares playas de Cunit en forma de calas, pero para nada naturales. De hecho, los espigones están muy dañados y ahora incluso son contraproducentes en el objetivo de proteger a la costa de los embates de las mareas.

De ahí la preocupación sobre la decisión sobre el puerto de la térmica que en realidad era una toma de agua para la refrigeración de la fábrica. El concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aarón Marcos, considera que la solución que menos afectaría al litoral es desmontar todos los diques y que la dinámica litoral resitúe la arena retenida durante décadas en la dársena.

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- Las posibilidades para la dársena: https://www.diaridetarragona.com/costa/Endesa-tiene-una-propuesta-para-el-puerto-de-la-termica-20191104-0041.html