Un equipo de investigadores de la Universitat Rovira i Virgili está desarrollando un innovador sistema de seguridad activa al volante que detecta las distracciones del conductor. Mediante un pequeño radar y unos sensores en el reposacabezas, el dispositivo puede monitorear los movimientos de la cabeza del piloto. Así, detecta si se ha desviado la atención de la vía y alerta al conductor.
Por ahora, el prototipo solo está en fase experimental; pero una posible aplicación futura podría ser clave para combatir la siniestralidad en la carretera, apuntan los investigadores.
Una tesis ‘salvadora’
Este proyecto ha sido impulsado por cinco ingenieros de NEPHOS, el grupo de investigación en nanoelectrónica de la URV. Concretamente, la propuesta nace en el marco de la tesis doctoral de Farid Morabet, uno de ellos. Junto a él trabajan los docentes Ramon Villarino, David Girbau, Marc Lázaro y Antonio Lázaro.
El prototipo desarrollado tiene como gran virtud la eficiencia y la simpleza de sistema. Como expone Antonio Lázaro, profesor titular del departamento de inginiería electrónica, consta de tan solo un pequeño radar –similar al de los controles de velocidad– situado junto al espejo retrovisor que apunta a la cabeza del conductor. Este, junto a un pequeño dispositivo en el reposacabezas que cuenta con unos sensores en cada costado, es capaz de detectar los movimientos de la cabeza propios de las distracciones. Según la posición y duración, el modelo puede discernir entre aquellos naturales de la conducción y los que indican la pérdida de atención (somnolencia, mirar el móvil o el navegador, girarse hacia los pasajeros...). El método para avisar al piloto en caso de despiste es sencillo pero resolutivo: suena una alarma.
Lázaro asegura que esta es una aplicación original de la URV y se trata del desarrollo de un sistema pionero: «A diferencia de los modelos que ya se aplican en vehículos, este es mucho menos costoso y funciona bien en cualquier condición lumínica». Otras ventajas del prototipo son que, al no usar sistemas de cámara ni ultrasonidos, no plantea problemas de privacidad y derechos de imagen ni interferencias acústicas, además de tener un bajo consumo energético.
De hecho, el grupo NEPHOS tiene una larga trayectoria de aplicación exitosa de sistemas de radar en diferentes campos, como la medicina, la ayuda a personas de movilidad reducida o la misma conducción.
Persiguiendo el éxito
La investigación aún sigue en un estadio inicial de desarrollo y experimentación. «Estos proyectos necesitan muchas horas de investigación, pruebas y medidas para demostrar su funcionamiento y seguridad», manifiesta el académico. Sin embargo, parece que el proceso va por buen camino: a lo largo de estos ocho meses de labor, el prototipo ya ha superado varias pruebas de laboratorio, incluso ha sido sometido con éxito en entornos de conducción real.
En palabras de Lázaro, «es un primer paso muy importante para conseguir apoyo y colaboraciones con la industria automovilística». Ese es el objetivo final. Seguir trabajando y conseguir que estos desarrollos tecnológicos lleguen al mercado, a los usuarios, y puedan ayudar a reducir las funestas cifras que nos dejan nuestras carreteras, año tras año.