La piscina cubierta de Torredembarra tendrá

El Ayuntamiento de Torredembarra ya ha aprobado el proyecto definitivo para cubrir la piscina municipal y tenerla lista, a más tardar, el invierno que viene. El pleno avaló el jueves la propuesta con los votos a favor de ERC, el PSC y el concejal no adscrito Toni Cruz, y las abstenciones de Ciutadans y Junts per Torredembarra.

El proyecto que se debatió hace dos días incluía algunos cambios respecto al inicial, redactado y aprobado en 2018. Este no pudo ejecutarse porque no contemplaba ni los elementos necesarios para recuperar el agua de lluvia, ni tampoco la instalación de placas solares que pudieran calentarla. El nuevo redactado ha solventado esta traba e incorpora la instalación de 90 placas fotovoltaicas de 530 vatios de potencia máxima y un módulo aislado de 400 vatios que permitirán cubrir esta carencia.

Presupuesto aumentado

Proveer a la piscina municipal de todas esta energía solar supuso, para el consistorio, tener que modificar al alza el presupuesto que inicialmente tenía previsto destinar a la obras para cubrirla. Este hecho, unido al incremento precios que el último año ha afectado a todas las materias primas, se tradujo en un incremento presupuestario de 780.000 euros, que se financiarán con una modificación de crédito aprobada en octubre. Así, el precio final de las obras se fija en 2.480.000 euros, por los 1,7 millones previstos inicialmente.

Adaptar las condiciones estructurales del proyecto inicial acorde con el coste a invertir supuso, según explicó en su día el alcalde de Torredembarra al Diari, Eduard Rovira, «varias reuniones» con los arquitectos, que ya en 2018 veían los 1,7 millones muy limitados para poder ejecutarlo.

Tras los primeros acuerdos monetarios, llegó la pandemia, y con ella todo el proyecto quedó paralizado. Una vez superada, la inflación plantó cara a las intenciones del equipo de gobierno, que tuvo que replantear lo que ya había hecho. Finalmente el proyecto quedó ayer aprobado a la espera de abrir ahora el proceso de licitación.

Una vez las obras se hayan licitado, éstas están previstas que se lleven a cabo «en un plazo de 9 meses», según aseguró el alcalde, de modo que el invierno que viene ya estén finalizadas.

En servicio los 365 días del año

Cubrir la piscina municipal supondrá, una vez esté hecho, que el equipamiento dará servicio a los usuarios durante todo el año, sin excepción. Hasta ahora y desde que se construyó, en 2016, la piscina ha estado abierta solo en verano, mientras que los meses de frío se han cubierto con otra piscina cuya climatización es precaria.

La ‘nueva’ estructura permitirá que, cuando haga calor, los ventanales retráctiles que se instalarán ofrezcan una buena ventilación natural en la instalación. También se reformarán los vestuarios y se creará una sala de espera y un solarium, donde a la larga podrían instalarse dos piscinas más pequeñas. Finalmente, los despachos se reubicarán, de modo que se cree un circuito de entrada y salida al equipamiento.