Vila-seca luce su nueva joya cultural, el Celler

Este edificio Noucentista de principios del siglo XX, abrirá puertas este sábado a toda la ciudadanía y en pocas semanas empezará a rellenar su agenda de actividades sociales y culturales.

28 marzo 2022 19:50 | Actualizado a 31 marzo 2022 11:55
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El Celler de Vila-seca ya está listo. Sus aledaños les quedan todavía algunos meses, pero el equipamiento social y cultural empieza su andadura el sábado con las primeras visitas de vecinos de la ciudad.

Hoy ha sido el turno de la presentación a los medios de comunicación. El alcalde y la concejal de Cultura, Pere Segura y Manuela Moya respectivamente, han sido los encargados de explicar y enseñar esta obra de estilo Noucentista ideada por el arquitecto Pere Domènech i Roura, hijo de otro gran arquitecto del siglo XIX y XX, Lluís Domènech i Montaner.

El Celler dejó su actividad vinícola en 1985 y desde entonces el edificio de la Cooperativa Agrícola quedó huérfano de actividad. El Ayuntamiento adquirió sus instalaciones y con el tiempo diseñó su futuro: un equipamiento municipal pensado para actos sociales y culturales.

La restauración ha mantenido la máxima fidelidad al monumento catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y lo ha dotado de aquellas necesidades del siglo XXI para que pueda acoger estos eventos.

Pere Segura ha remarcado en su intervención que hoy "era un día importante" y que esta reapertura del Celler "es el fruto del trabajo que ha puesto mucha gente en los últimos años".  El alcalde ha hecho una pincelada a sus orígenes agrícolas y a la transformación de un edificio histórico que completa el "hub" cultural de la ciudad: auditori Josep Carreras, Castell de Vila-seca y ahora el Celler.

A partir de ahora, este equipamiento abrirá sus puertas en dos vertientes: los eventos programados que irán engrosando la agenda a medida que pasen los meses, y la parte museística que se ha preservado para recordar las raíces de lo que había sido este edificio levantado en poco más de 18 meses: empezó en marzo de 1919 y entraba la primera cosecha en septiembre de 1920.

Manuela Moya ha puesto énfasis en su intervención en la capacidad de metamorfosis del espacio, en la posibilidad infinita de albergar cualquier evento, desde una entrega de diplomas a un espectaculo teatral de gran formato.

Moya y Segura han recobocido que este equipamiento faltaba en la ciudad más aún cuando el Auditori ya es un referente en su especialidad, pero que hay otras formas y expresiones sociales y culturales que necesitaban su espacio.

El entorno del Celler, en la calle Castillejos hoy y mañana se terminará. La huelga de transporte ha trastocado la finalización de las obras, previstas para inicios de esta semana. Sin embargo, la piedra y el asfaltado estará listo para el sábado, cuando empiezan las puertas abiertas.

El Celler ha costado 8 millones de euros, dos de los cuales han recibido financiación de la Unión Europea dentro de uno de los programas Feder.

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