Arte para financiar la ayuda a Ucrania

Museos salvando patrimonio, artistas creando defensas anti-tanques y NFTs

26 marzo 2022 17:05 | Actualizado a 26 marzo 2022 18:56
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Tras el primer mes de invasión rusa en Ucrania las cifras son absolutamente demoledoras; ha día de hoy se cuentan más de 3,6 millones de desplazados, más de 2400 civiles muertos más de 350 instituciones educativas destruidas, algunas de ellas de forma total, 7 millones de niños sin colegio.

El horror de la guerra nos recuerda que las vidas humanas no son las únicas víctimas, especialmente en una guerra altamente ideológica, donde el arte y la cultura son una poderosa arma de propaganda. Una vez más, los artistas y los conservadores están dando un paso adelante para proteger valiosas obras de arte y evitar que se sumen a la larga lista de daños colaterales en medio de tanta violencia.

La UNESCO expresó su preocupación por la destrucción de patrimonio cultural en Ucrania en medio del conflicto armado. La organización declaró que actualmente está cartografiando los monumentos y lugares históricos más importantes para proteger el patrimonio cultural, además de intentar coordinarse con los directores de museos de todo el país para apoyar el cuidado de las colecciones de los museos y los bienes culturales.

Las instituciones comenzaron a devolver los préstamos, a esconder las obras de arte en los sótanos y también a reabrir como refugios antibombas. Los trabajadores del Museo Nacional de Historia de Ucrania, en Kiev, pasaron 12 horas trasladando los objetos al almacén, mientras que el Museo de Bellas Artes de Odessa colocó alambre de espino y escondió obras de arte en el sótano. El Centro Municipal de Arte de Leópolis, institución situada cerca de la frontera con Polonia, abrió sus puertas a los desplazados como refugio temporal en la ciudad.

Lamentablemente, ya se han perdido o destruido mucho patrimonio. Uno de estos museos, si- tuado en el pueblo de Ivankiv, no muy lejos de Kiev, fue destruido por un incendio. Se trata del Museo de Historia Local que albergaba muchas obras de una de las artistas populares más conocidas y queridas, Maria Pryimachenko. Sus pinturas naifs, de colores vibrantes y luminosos, fueron en parte rescatadas por los vecinos, pero otras se han perdido para siempre.

También el centro histórico de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que en su día ofrecía ejemplos incomparables de arquitectura modernista y constructivista del siglo XX, ha quedado reducido a escombros. Se teme también por otros sitios de interés patrimonial y cultural como el Museo de Historia Natural de la capital, que alberga algunos de los primeros ejemplos de arquitectura, el Monasterio de las Cuevas, una construcción del siglo XI patrimonio mundial de la Unesco y considerado como uno de los más sagrados de Europa oriental, o la propia catedral de Santa Sofía de Kiev, también del siglo XI; una joya arquitectónica que deslumbra por sus cúpulas doradas y sus ricos mosaicos. Hasta hace no muy poco, Ucrania, excluyendo la región del Donbass, era un país similar a cualquiera de los países europeos. En la vibrante capital, los artistas trabajaban en sus obras, asistían a inauguraciones, preparaban sus exposiciones y compartían su trabajo por redes sociales. La gente iba a restaurantes, museos, galerías, obras de teatro y danza. Ahora, la mayoría de artistas ven su realidad absolutamente secuestrada por el terror de la guerra. Los museos y teatros se convirtieron en refugios de civiles, pero asistimos con horror al bombardeo que destruyó el Teatro de Mariúpol la semana pasada, con decenas de personas en su interior.

Los NFT se han convertido en una herramienta adecuada para que las comunidades artísticas apoyen la defensa ucraniana

Artistas ucranianos como Volo Bevza, cuya exposición en Kiev fue interrumpida por el conflicto, utilizó material de su taller para fabricar obstáculos antitanques. Hace poco más de un mes, Volo Bevza se preparaba para inaugurar su exposición “ Soft Image”, pero la mañana de la apertura las fuerzas rusas entraron en Ucrania, echando por tierra sus planes y arrojando a todo el país a la guerra. Ahora, en lugar de mostrar sus cuadros, está ayudando a las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania a bloquear los tanques rusos en la ciudad de Leópolis, cerca de la frontera con Polonia.

Ante las terribles noticias que llegan de Ucrania, el mundo del arte reaccionó condenando pú- blicamente la actual agresión y muchos artistas han lanzado iniciativas alrededor del mundo para mostrar su rechazo a la guerra y apoyar a los ciudadanos de Ucrania que están sufriendo los efectos del conflicto. Además de las fuertes respuestas emocionales a las atrocidades, también se comparten enlaces clave para la recaudación de fondos, la venta de obras de arte con fines benéficos y, en algunos casos, los artistas anuncian su firme negativa a participar en exposiciones de arte respaldadas por Rusia, incluida la próxima Bienal de Venecia en mayo.

Ucrania vivió un auténtico renacimiento cultural y artístico que Putin está decidido a erradicar

A finales de febrero, el gobierno ucraniano publicó en Twitter que aceptaría donaciones en criptomoneda. Numerosas personas y organizaciones respondieron al llamamiento y ya se han adquirido alrededor de 22 millones de dólares. Los criptoactivos, y en concreto los NFT, están siendo muy útiles para facilitar los flujos de financiación. Debido a la flexibilidad de las criptodivisas, los NFT se han convertido rápidamente en una herramienta adecuada para que las comunidades artísticas apoyen la defensa ucraniana y las iniciativas humanitarias.

La organización Ukraine DAO, co-iniciada por la fundadora de Pussy Riot y artista Nadya Tolokonnikova, ha recaudado más de 4,6 millones de dólares emitiendo una única edición de la bandera ucraniana. Por otro lado, Olive Allen, una pionera del criptoarte nacida en Rusia, publicó un vídeo en el que quemaba su pasaporte frente al consulado ruso en Nueva York. La artista ofreció el clip como un único NFT para recaudar fondos para la causa ucraniana.

Tras la revolución del Euromaidán en 2014, Ucrania vivió un auténtico renacimiento cultural y artístico que Putin está decidido a erradicar porque conoce el poder del arte y la cultura como arma para fortalecer la identidad ucraniana. Hoy lamentamos la pérdida de patrimonio, pero sobre todo lamentamos la muerte y el sufrimiento inútil de toda una población sometida a los objetivos imperialistas de un tirano.

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