Basada en el cómic The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons, The King’s Man: La primera misión es un viaje en el tiempo que sirve para explicar los orígenes de la agencia de espionaje que saldría a la luz años después con dos las entregas que protagonizó Taron Egerton con Kingsman: servicio secreto (2014) y Kingsman: El círculo de oro (2017). Ahora cambia de protagonista, dado que esta precuela está ambientada en la I Guerra Mundial, pero no varía de director: Matthew Vaughn.
El cineasta londinense es un auténtico experto en el cine de aventuras, ciencia ficción y thriller. Ha dejado rastro de ello en Layer Cake (2004), con Daniel Craig; Stardust (2007), Kick-Ass: Listo para machacar (2010) o X-Men: Primera generación (2011). Seguramente, esta sea la película más floja de la trepidante filmografía del marido de Claudia Schiffer.
Acción, humor e intriga son los ingredientes en los que se maneja Vaughn y la tercera entrega de Kingsman no iba a ser buena excepción, aunque para ello ofrezca un ritmo irregular. Eso sí, cuando la acción alcanza su máximo nivel, se ofrece espectacular y vertiginosa. Casi tres meses después del estreno de la última entrega del comandante Bond (Sin tiempo para morir), ahora será el joven Harris Dickinson quien interprete a Conrad Oxford en esta cinta. No, no es el nuevo 007 ni pretende parecerse a él, pero deja alguna pincelada que nos recuerda al personaje creado por Ian Fleming. Por cierto, 007 y Kingsman tienen actores en común: Gemma Arterton y Ralph Fiennes).
Esta precuela de la saga ‘Kingsman’, que cuenta los orígenes de la agencia, aborda la aventura en la que se tendrá que embarcar un hombre para detener a un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia que busca desencadenar una guerra que matará a millones de personas.
Rasputín y la I Guerra Mundial
El filme trata de explicar cómo era la famosa organización de espionaje de los Kingsman durante la Primera Guerra Mundial mientras el mundo está en llamas y un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia, entre ellos el carismático y controvertido Rasputín (Rhys Ifans), se unirá para desencadenar una guerra que matará a millones de personas. Para detenerlos, mientras los gobiernos no intervienen a la espera de órdenes, un grupo de agentes armados y dispuestos entrará en acción. El duque de Oxford (Ralph Fiennes), el joven Conrad (Harris Dickinson), además de los experimentados Shola (Djimon Hounsou) y Polly (Gemma Arterton) liderarán la primera agencia de inteligencia independiente cuyo objetivo será velar por la paz.
La película busca hallar un tono consistente entre la trama, la acción y la relación paterno-filial entre Conrad Oxford y el duque de Oxford. Sin embargo, logra momentos divertidos -el gran objetivo del filme, sin duda- mientras comprobamos las curiosas formas de asesinar de Rasputín y nos imbuimos en el ambiente bélico de la primera gran guerra.
Importante, no es absolutamente necesario haber visto las dos primeras entregas de la saga. Esta tercera funciona perfectamente de forma independiente. De hecho, está previsto que en septiembre del próximo año comience en rodaje de Kingsman 3, que será el final de la historia de Eggsy como agente secreto británico.
Mientras, disfrutemos de escenas espectaculares y giros inesperados en un filme que ofrece un gran despliegue técnico. Se trata de pasarlo bien durante dos horas.
'El contador de cartas'
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Los padres del actor Miguel Ángel Muñoz tuvieron que recurrir a la ‘Tata’ (Luisa Cantero) para que cuidara a su hijo mientras ellos trabajaban. Desde entonces, la Tata (97) y Miguel Ángel (38) nunca se han separado. Pero tras varias complicaciones de salud de la Tata, Miguel Ángel se da cuenta de que su historia de amor se puede acabar y decide llevar a cabo todas las cosas que tiene pendientes de hacer junto a ella: un road trip o conocer los orígenes de Luisa.
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