Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la ONU para el año 2030 es un tema que trabajan en la Escola General Prim de Reus, de forma transversal y a lo largo del año. «El Carnaval fue una ocasión perfecta para trabajarlos, de i3 hasta 6º de primaria abordan ODS diferentes», explica la jefa de estudios de la escuela, Marina Piqué. El producto final es que «cada clase se compromete, una vez estudiado un objetivo, a realizar una acción y aportar su granito de arena». Piqué pone de ejemplo que, si ponen el foco en el objetivo número uno –el fin de la pobreza– «se pueden recoger alimentos, y por proximidad con Creu Roja, hacérselos llegar, con el fin de ayudar a las personas que lo necesitan».
La clave de promover los ODS entre el alumnado es «despertar conciencias». La jefa de estudios recuerda que tiempo atrás, por Carnaval, «solíamos montar los disfraces con bolsas de basura, generando muchos residuos, y todo para obtener un disfraz que era temporal». Ahora, en cambio, aunque «los disfraces son, fundamentalmente, carteles con ideas, se aporta más significado al hecho de disfrazarse, y lo celebramos la semana pasada con papel, que se puede reciclar». Los alumnos se encargaron de todo el proceso. Por mencionar proyectos desarrollados por los diferentes cursos, Piqué expone el de 2º de primaria, que trabajan el ODS 5 de la igualdad de género: «En una salida para conocer el barrio, los niños se dieron cuenta de que la presencia de nombres de calles en femenino era escaso, y sus disfraces destacaron personas como Frida Kahlo y Josefina Castellví». Además, los escolares expondrán pronto, a una persona referente de igualdad del Ayuntamiento, la posibilidad de potenciar que haya más calles con nombre de mujer.
Los alumnos de 1º trabajan el ODS 12, de producción y consumo responsables: «Por Carnaval, salieron a preguntar a fruterías qué productos eran los de temporada y lo plasmaron en sus disfraces». Compraron productos saludables, además, que acabaron almorzando en clase. Los residuos orgánicos fueron al compost de la escuela y el resto, al contenedor orgánico. «Así, conocen la red de consumo responsable», concluye Piqué.