Todos, de la mano

23 abril 2025 12:00 | Actualizado a 23 abril 2025 12:00
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El camino generoso

Autora: Marta Comín

Editorial: Abuenpaso

Precio: 18 €

¿Cómo nos gustaría que el mundo recibiera a nuestros hijos cuando llegan a él? En ‘El camino generoso’ se representa a la perfección cuando los primeros pasos de un niño son acogidos y abrazados por todo lo que le rodea, sin peligros, sin miedos, desde ese primer “ven” que el mundo le dedica. Así, el protagonista de este bello álbum ilustrado pasa por bosques que le dan de comer cuando siente hambre; se encuentra con ríos que crean puentes para que pueda atravesarlos; con praderas que le ayudan a alcanzar las nubes, y serpientes que le empujan hasta la mismísima luna. Porque todos los elementos que conoce se coordinan para hacerle mágico ese paseo, mientras él va pronunciando primeras palabras que, se da cuenta, representan a la perfección lo que siente o lo que quiere: “ñam”, “ahí”,”jaja”, “mía”, “ay”...

Marta Comín crea esta obra maravillosa en la que el mundo se convierte en el gran protector del niño, dando presencia a sus distintos habitantes, humanizándolos incluso, con sencillas ilustraciones, coloridas, expresivas y dulces, que los conecta directamente a las necesidades de su protagonista. Los árboles, las montañas, las nubes... todos están preocupados por su supervivencia y bienestar, y, como en una perfecta coreografía, le facilitan la comida cuando tiene hambre, le abrazan cuando duerme, le acompañan para que juegue... Esa inmensa generosidad es lo que le muestran desde su primer paso dado: que en este mundo, todos se preocupan por todos.

Me fascina el clímax de este mensaje, cuando se descubre lo claro que llega a quien va dirigido: el niño escucha un “ay” que no viene de él, ahora es el mundo el que le necesita, y él sabe bien lo que significa: que alguien pide auxilio. ¿Y cómo responde el niño? Pues con la generosidad que le ha enseñado el mundo que le rodea, que es experto y sabio: ayuda al pececito perdido, llevándolo al mar. Debe calar tan hondo esta última parte, que la autora le dedica una doble página, con tal de que quepan bien en ella el niño y ese mundo entero que le aplaude orgulloso tras su aprendizaje.

Así, mediante este hermosísimo trabajo dirigido a lectores de a partir de 3 o 4 añitos, Marta Comín nos recuerda la importancia de enseñar a nuestros peques con el ejemplo, porque es lo que ellos mejor perciben.

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