Considerado el mago del siglo XXI, Jorge Blass distingue sus espectáculos por la innovación que imprime a sus trucos. El próximo 26 de mayo interactuará con el público del Palau de Congressos de Tarragona.
Ha incorporado el dron a su espectáculo. ¿Cómo se hace magia con un dron?
Estoy explorando la magia con las nuevas tecnologías. El dron es una puesta en escena de nuestro tiempo. En realidad, con el nuevo espectáculo, hacemos cosas flipantes. La tarea de los magos pasa por hacer números impactantes.
¿Y no mirar hacia otro lado con respecto a los nuevos tiempos?
Creo que debemos ser innovadores, sin dejar de lado la magia clásica, pero sorprender al público resulta primordial. A mí me gusta interactuar directamente con la gente, hago partícipes a las personas que vienen a verme. Con respeto, pero me gusta que se involucren.
Y, ¿cuál es su relación actual con el público?
Te sorprenderías de la cantidad de gente que quiere participar, eso antes no pasaba. Existe un tipo de público que simplemente viene a disfrutar, a observar y otro que quiere participar, además de vivirlo. En la cara te das cuenta.
A Jorge Blass le gusta indagar sobre las opciones que ofrecen las nuevas tecnologías. ¿Le ha costado críticas por parte del sector más tradicional?
Si te das cuenta hay muy pocos críticos de magia, considero que debería haber más. Con respecto al sector, los compañeros nos respetamos mucho, hay muy buen rollo. Hacemos congresos de magia, colaboramos mucho. Tenemos una salud positiva.
¿Dónde encuentra la inspiración para que sus producciones sean innovadoras?
Siempre he considerado que repetir lo que hacen los demás se hace muy sencillo. Paso meses e incluso años buscando ideas nuevas. De hecho, el público es una fuente de inspiración increíble. Escucharle, imprescindible. La magia cumple los sueños del público. Me gusta explorar nuevos caminos. Hace siete años, a través de Youtube, hicimos un truco que consistía en que una persona elegía a uno de sus amigos de las redes sociales y conseguíamos un efecto de teletransportación en el escenario brutal. David Copperfield lo vio, contactó conmigo y me compró los derechos de ese truco.
Usted, flipó. Claro.
Imagínate, uno de tus ídolos de repente se convierte en amigo, porque ahora disfrutamos de muy buena relación. Hablamos a menudo.
Hay muchos que piensan que la magia es solo para niños.
No lo creo así, el público adulto la valora muchísimo. Lo noto cada vez que visito una ciudad. Creo que los niños son más complejos para un mago, porque prestan menos atención, se mueven más. En cambio, un adulto siempre muestra predisposición.
Haga un poco de spoiler sobre el show que vamos a disfrutar en Tarragona.
Voy a presentar una recopilación de algunos de mis trucos más emblemáticos. Se trata de una obra íntima e intento ir a la esencia de la magia. Convenceré a la gente de que con su teléfono consiguen un efecto que les explota en la cabeza, también hay algún número con los sentidos. Proponemos trucos visuales como la tormenta de nieve, propuestas de mentalismo donde adivino lo que algunas personas piensan. He recuperado mis mejores creaciones para este proyecto.