‘Fast & Furious X’, ¿el largo camino hacia una trilogía final?

La décima entrega de la saga Fast & Furious es el inicio de los capítulos finales de una de las franquicias con más historia y populares del cine. De hecho, empezó hace ahora más de dos décadas. Exactamente en 2001. Y sigue arrasando 22 años después con casi los mismos actores y personajes desde su principio. Su éxito ha sido tal que de ella han emanado después series televisivas e incluso videojuegos.

Fast X será la antepenúltima entrega de la trama principal. El propio Vin Diesel, protagonista y productor, recuerda que el final definitivo debía llegar con esta entrega, pero ahora se ha desvelado que esta película será solamente la primera parte de una trilogía. La que cierre la saga. En principio, Fast X tenía previsto ser solamente el desencadenante que llevaría a Universal Pictures a concluir su saga más destacada de los últimos años con un par de películas. Pero la productora del globo terráqueo ha quedado tan impresionada con el resultado de lo rodado que parece haber cambiado de planes. El hecho lo demuestran algunos recientes comentarios tanto de Vin Diesel como de Michelle Rodriguez. Esta última confirmó que el final de la saga iba a ser épico, a lo que Diesel añadió que se está cociendo ya una trilogía: «Sin desvelar demasiado puedo decir que, al empezar a hacer esta película, el estudio había preguntado si podría ser una película de dos partes. Después de que el estudio viera esta primera parte, dijeron ‘¿podrías hacer de Fast & Furious 10: El final una trilogía?’». Ahí queda eso. Veremos porqué camino transcurre ese rotundo final.

Incorporaciones

Pero, mientras tanto, esta nueva secuela ofrece renovados alicientes en forma de acción... y personajes. Jason Momoa (Aquaman) y Rita Moreno (West Side Story) abordan dos debuts encarnando a protagonistas clave para la trama: Moreno da vida a la abuela de Dominic Toretto (Diesel) y Momoa se convierte en Dante, un tenebroso villano que saca a flote el único miedo de Toretto: perder a quien ama. Atención también a la importante incorporación de Brie Larson.

El filme retoma parte de la historia de la quinta película (ahora es el momento de revisionarla para quien no se acuerde de ella) para justificar el conflicto entre Toretto y su temible adversario y recuerda en varios ‘flashbacks’ al fallecido Paul Walker, cuya muerte en un accidente automovilístico en 2013 a los 40 años dejó un gran vacío en películas posteriores. Representa otro homenaje al actor de Glendale.

Así, Fast X podría ser el antepenúltimo viaje a los límites de la velocidad y la locura sobre ruedas. Aspira a superar la anterior entrega, que recaudó más de 700 millones de dólares y que la situó como una de las superproducciones de Hollywood más taquilleras de 2021, aún con restricciones a causa de la pandemia.

Durante más de dos horas y 15 minutos viajaremos por medio mundo, desde Los Ángeles hasta las catacumbas de Roma, de Brasil a Londres y de Portugal a la Antártida. Un auténtico festival de persecuciones, explosiones, tiroteos y peleas. Queda demostrado que Vin Diesel y su equipo saben cómo superarse una tras otra vez. Es decir: lo de siempre y más. Solo hace falta echarle un poco de imaginación para que cualquier acción de velocidad en este planeta se convierta en realidad. Y digo en este planeta porque únicamente cabe recordar lo que ocurrió en la entrega anterior.

Fast X es el primer paso de la épica final de la saga. Vuelve a destacar su cuidada fotografía (a cargo de Stephen F. Windon), su potente banda sonora (Brian Tyler) y tras la cámara el francés Louis Leterrier, director de las dos primeras entregas de Transporter.

Allison, una joven con un futuro brillante, y Daniel (Morgan Freeman), el padre de su prometido, sufren la misma pérdida trágica. En un momento de crisis, los dos protagonistas forjan una amistad que suscita la compasión y el perdón necesario para superar su culpa y encontrar la libertad.

Alice (Anna Kendrick) es una mujer al límite. A sus treinta años, vive una situación de maltrato psicológico perpetuado por su novio, Simon, que la tiene atrapada en un estado de parálisis. Durante unas vacaciones en el campo con sus dos mejores amigas, Alice redescubrirá la esencia de sí misma y por fin adquirirá la perspectiva que tanto necesita.

Sica (14) está obsesionada con que el mar devuelva el cuerpo de su padre tras un naufragio en la Costa da Morte. Mientras recorre los acantilados conoce a Suso (15), ‘el Cazatormentas’, un chico raro como ella que espera la llegada de Ofelia, la madre de todas las tormentas. Sica investiga las circunstancias del accidente y se adentra en un doloroso descubrimiento.